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Un dicasterio de la Curia romana
al servicio de los fieles laicos
En el ejercicio de
su tarea al servicio de la Iglesia en todo el mundo el Papa
es ayudado por una serie de organismos que toman en conjunto
el nombre de Curia Romana. La Curia no se confunde con el gobierno
de un Estado. El Papa de hecho es también un jefe de
Estado, la cabeza del Estado más pequeño del mundo,
la Ciudad del Vaticano, pero la única razón de
ser de este minúsculo Estado es aquella de garantizar
al Papa la libertad de la que necesita para ejercitar su función
de Supremo Pastor de la Iglesia Católica y es en ésta,
su función peculiar, que él es asistido por la
Curia Romana. Esta se articula en diversos dicasterios que se
ocupan de los diversos aspectos de la vida de la Iglesia en
sí misma y en sus relaciones con las realidades del mundo.
El Pontificio Consejo para los Laicos, en particular, es el
dicasterio que asiste al Sumo Pontífice en todas las
cuestiones que tienen que ver con el aporte que los fieles laicos
dan a la vida y la misión de la Iglesia, sea como personas
individuales o sea a través de las diversas formas de
agregación que han nacido y continuamente nacen en la
Iglesia.
El origen del Pontificio Consejo para los Laicos se remonta
a una propuesta formulada en el decreto del Concilio Vaticano
II sobre el apostolado de los laicos (cf. Apostolicam Actuositatem,
n. 26). Su nacimiento oficial viene sancionado por Paolo VI
el 6 de enero de 1967 con el motu propio Catholicam Christi
Ecclesiam. A diez años de su nacimiento, el 10 de diciembre
de 1976, con otro motu propio, Apostolatus Peragendi, el mismo
Pablo VI reformaba el Consejo, contándolo entre los dicasterios
permanentes de la Curia romana. Crecido «en experiencia
y madurez», vistos las «señales evidentes
de un servicio fiel, de la importancia de sus tareas para la
vida de la Iglesia y el ministerio del Papa», Juan Pablo
II – que, como arzobispo de Cracovia, fue por años
su consultor – no cesa de alentarlo, reconfirmándolo
en el ejercicio de las responsabilidades que le son propias.
Su estructura y sus competencias han sido luego definidas en
sus líneas esenciales por la constitución apostólica
Pastor Bonus del 28 de junio del 1998, que es el documento con
el cual Juan Pablo II ha trazado la nueva fisonomía de
la Curia Romana. La constitución establece que el Pontificio
Consejo para los Laicos «es competente en aquellas materias,
que son incumbencia de la Sede Apostólica, para la promoción
y la coordinación del apostolado de los laicos y, en
general, en aquellas que conciernen a la vida cristiana de los
laicos en cuanto tales» (art. 131); «corresponde
al mismo animar y sostener a los laicos a fin de que participen
en la vida y en la misión de la Iglesia en la forma propia
de ellos, sea como individuos, sea como miembros pertenecientes
a asociaciones, sobre todo para que cumplan su peculiar tarea
de penetrar de espíritu evangélico el orden de
las tareas temporales» (art. 133); el Consejo «favorece
la cooperación de los laicos en la instrucción
catequética, en la vida litúrgica y sacramental
y en las obras de misericordia, de caridad y de promoción
social» y «sigue y dirige congresos internacionales
y otras iniciativas relacionadas con el apostolado de los laicos»
(ibid.). La constitución Pastor Bonus precisa en fin
que «en el ámbito de la propia competencia el Consejo
trata todo lo que concierne a las asociaciones laicales de los
fieles; erige luego aquellas que tienen un carácter internacional
y aprueba o reconoce sus estatutos, salvada la competencia de
la Secretaría de Estado; en lo que concierne a las terceras
órdenes, se ocupa solamente de lo que se refiere a su
actividad apostólica» (art.134).
El Pontificio Consejo para los Laicos es guiado por un Presidente,
asistido por un Secretario. El actual Presidente es el card.
James Francis Stafford, antes arzobispo de Denver (USA). El
Secretario es el obispo polaco mons. Stanislaw Rylko. A ellos
los apoya un Sub-Secretario actualmente el uruguayo prof. Guzmán
Carriquiry.
Un comité de presidencia compuesto por cardenales y obispos
se reúne periódicamente para discutir las cuestiones
de mayor importancia. Los miembros del Consejo son 32 obispos,
sacerdotes y sobre todo laicos, hombres y mujeres de todas las
partes del mundo, que se encuentran una vez al año en
una asamblea plenaria para afrontar los temas más urgentes
para la vida y misión de los laicos. El Consejo se vale
también de la colaboración de 30 consultores,
que son convocados para sesiones de trabajo o a quienes se pide
individualmente un parecer sobre cuestiones específicas.
La sede del Consejo se encuentra en el Palazzo San Calisto en
Trastevere (piazza San Calisto, 16 – 00153 Roma).
Dirección Postal:Pontificio Consejo para los Laicos
Palazzo San Calisto
00120 Città del Vaticano
Teléfono: + 39 (0) 6 698 87 396
Fax: + 39(0) 6 698 87 214
E-mail: pcpl@laity.va
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