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    SOBRE LA VISITA DEL VATICANO A LAS RELIGIOSAS USA


    ¿Cómo conocer la motivación, la práctica y el bienestar religiosos de 60.000 mujeres y sus congregaciones religiosas en Estados Unidos de América? Es un reto enorme, y esperamos conocerlo pronto.


    Por ahora la mayoría de la gente de lo que son conscientes es de que el Vaticano ha iniciado una visita apostólica a las religiosas estadounidenses. Entre abril y julio,  la madre  Mary Clare Millea, A.S.C.J., la visitadora designada, se entrevistó en persona, por teléfono o por correspondencia, con 244 superioras generales de las distintas congregaciones. Este otoño, cada congregación recibió un largo cuestionario que se concluirá a finales de año. Y a partir de enero de 2010, un grupo de congregaciones será visitado por equipos de  visitadores. El informe confidencial final será preparado y entregado a mediados de 2011 a la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.


    Después de algún que otro disgusto inicial por lo que parecía una investigación motivada por fuentes desconocidas y por motivos desconocidos, la mayoría de las superioras han decidido afrontar el reto con serenidad y aprovechar la ocasión como una oportunidad de crecimiento para sus congregaciones. Nadie niega el derecho de la Congregación vaticana para hacer un estudio. Las congregaciones religiosas están dirigidas por la Iglesia, sea por Roma o por los obispos diocesanos; sus reglas y constituciones están formalmente reconocidas y sujetas a las obligaciones del derecho canónico.


    Para estar bien hecha, la investigación requiere un compromiso enorme de tiempo y la atención de cientos de hermanas, tal vez incluso miles, así como de quienes participan en el proceso de información y de los equipos visitadores. Las siguientes son algunas reflexiones motivadas por el deseo de que este trabajo no sea inútil. Yo creo  que el esfuerzo será recompensado si se cumplen las siguientes cuatro condiciones.


    Sinceridad y franqueza


    En primer lugar, las hermanas necesitan llevar a cabo este ejercicio con sinceridad y franqueza. Buscando una analogía con el área del ministerio en el que estoy involucrada, diré que es de vital importancia, para ser fieles a la misión, un compromiso de auditoría interna de las prácticas y  formas de proceder. Decenas de personas están empleadas a tiempo completo en la auditoría de nuestra clínica, de sus resultados financieros, organizativos y éticos. Esto se suma a las auditorías externas necesarias, así como a los informes de agencias estatales y federales y los organismos reguladores. No es suficiente decir que ofrecemos la mejor atención de calidad, tratamos a nuestros empleados con justicia, pagamos nuestras cuentas a tiempo, nos adherimos a las directrices éticas y religiosas de la Iglesia y así sucesivamente, sino que tratamos de demostrarlo día a día. Es una analogía imperfecta, pero que apunta al beneficio del auto-examen riguroso para mantener la fidelidad al proyecto del grupo.


    En estos 40 años desde la renovación pedida por el Concilio Vaticano II, las congregaciones religiosas han realizado un sinnúmero de estudios. Pero estos no necesariamente lo han hecho con la profundidad que se preveía. En particular, no estoy convencida de que nos hayamos hecho estas preguntas: ¿Los cambios que hicimos han dado los frutos previstos? ¿Somos más santos o más celosos, como consecuencia de una mayor libertad y de la elección personal? ¿Es nuestro testimonio evidente para el pueblo de Dios? ¿O simplemente damos por sentado que la gente entienda por qué hemos hecho los cambios que hemos hecho? A partir de este escrito, no he visto el cuestionario oficial, mi instinto me dice  que los visitadores han encontrado que estos tipos de preguntas profundas son difíciles de asumir.


    Una comprensión empática


    La segunda condición de una visita fructífera será que los visitadores  y los investigadores examinen la información con una comprensión y una empatía de  que los sujetos de esta visita son mujeres reales, comprometidas con unas vidas de generosidad poco común y de fidelidad en una cultura a menudo hostil y poco comprensiva. Ellas merecen el respeto y la gratitud de la Iglesia y sus dirigentes, así como, quizás, el asesorarlas y  aconsejarlas de vez en cuando. Además, será importante para los investigadores el evitar las generalizaciones injustificadas. La carga de una superiora mayor respondiendo  en nombre de 3.000 ó 4.000 miembros, que se encuentra de costa a costa y con gran variedad de ministerios, será muy diferente de la carga de una superiora con sólo 30 miembros, todos geográficamente cerca uno del otro. Además, las hermanas individualmente son invitadas y animadas a presentar sus propias respuestas. Las opiniones en desacuerdo con las respuestas de los cuestionarios pueden contener información valiosa, pero tendrán que ser entendidas como opiniones individuales, no como opiniones de consenso.


    Otras voces


    En tercer lugar, será importante encontrar opiniones de otras personas distintas de las religiosas. En su exhortación post-sinodal, Vita consecrata (1996), el Papa Juan Pablo  II  describe nuestra vida como un regalo para toda la Iglesia: "La vida consagrada no es algo aislado y marginal, sino una realidad que afecta a toda la Iglesia"(cursivas en el original). Así, la vida religiosa tiene una dimensión pública fundamental, y las opiniones del resto de la iglesia son indispensables para una correcta comprensión de su valoración.


    Esta dimensión no parece estar prevista en el plan que se nos ha presentado, pero no es demasiado tarde para incorporar estos valiosos puntos de Juan Pablo II en las visitas que se producirán en 2010. ¿Qué piensan los párrocos  y los feligreses? ¿Qué nos pueden decir los estudiantes en nuestras escuelas y colegios, los pacientes en nuestros hospitales, los residentes en nuestras instalaciones de cuidados a largo plazo y los visitantes a nuestros centros de servicio social? ¿Qué pasa con nuestros empleados y colaboradores en todos estos sitios donde trabajamos? Si nuestra visibilidad ha disminuido de modo que estos posibles informadores no tengan una opinión, o si sus opiniones son negativas, entonces ésta es una información valiosa para todas las partes. Pero ya sea positiva o negativa o indiferente, no puede haber una evaluación de la vitalidad de la vida religiosa de las mujeres sin consultar a los afectados por nuestros ministerios. Si el diseño del estudio no se modifica para incluir esas aportaciones, sólo podemos esperar que individuos de todos los ámbitos de la vida decidan enviar de forma espontánea cartas a los encargados de las visitas.


    Transparencia


    Por último, una gran parte del valor potencial de la visita se perderá sin la transparencia. La información proporcionada hasta el momento indica que al final del proceso la Madre María Clara Millea presentará un informe confidencial al Vaticano. Para volver a la analogía de la auditoría del sistema de salud mencionada arriba, sería impensable auditar  un departamento o línea de servicio y retener la información de los principales responsables de esa parte de la organización. ¿Cómo puede la organización mejorar si no está informada sobre lo que se ha visto sobre ella? El no divulgar los resultados es para pensar que hay otra preocupación que subyace en el estudio. Para que cualquier instrucción romana se accepte con respeto por las religiosas, merecemos  ver la información en que se basa. Nuestra propia inversión de tiempo y dinero en esta visita no se merece menos.


    En Vita consecrata el Papa Juan Pablol II escribió: " En estos años de renovación la vida consagrada ha atravesado, como también otras formas de vida en la Iglesia, un período delicado y duro. Ha sido un tiempo rico de esperanzas, proyectos y propuestas innovadoras encaminadas a reforzar la profesión de los consejos evangélicos. Pero ha sido también un período no exento de tensiones y pruebas, en el que experiencias, incluso siendo generosas, no siempre se han visto coronadas por resultados positivos"(núm. 13). Siempre he estado impresionada por la simple sabiduría de  esas palabras, que se aplican no sólo a los religiosos, sino a todo el pueblo de Dios. Esperemos que una mirada cuidadosa a los esfuerzos del pasado y sus consecuencias haga florecer nuevas y renovadoras iniciativas en el futuro.


    Doris Gottemoeller, R.S.M

     

    (Fuente: America Magazine, noviembre 23, 2009)

    Traducción:FL