volver al menú
     

    Cómo mejorar la predicación sagrada

    PREDICACIÓN LLAMADA PANEGÍRICO

    Primero, ¿qué es un panegírico y su finalidad? Es otro tipo de predicación en el día del patrono del pueblo o de la parroquia. Tiene como objetivo narrar la vida de ese patrono para enardecer el pueblo y para que podamos aprender de él las lecciones y virtudes que practicó en su vida. El panegírico se hace una vez al año. Puede ser dentro de la misa, como homilía. O puede ser también fuera de la misa, y así puede ser más extenso que una homilía.

    Segundo, ¿cómo se hace? En un primer momento se narra la vida de ese santo en su contexto histórico de modo agradable, vivo, atractivo. Después, se comenta la virtud más importante de ese santo que nos interesa subrayar. Y finalmente se trata de traer a ese santo a nuestro “aquí y ahora”, es decir, debemos hacer caminar ese santo por nuestros caminos y calles. Cada santo sigue siendo actual hoy.

    Tercero, aquí tienen un posible modelo de panegírico sobre san Padre Pío de Pietrelcina. Primero, contemos la vida y el tiempo que vivió, las pruebas que tuvo y que Dios permitió. Segundo, nuestra parroquia se alegra con este patrono y quiere aprender de él, sobre todo, la capacidad de sacrificio ofrecido por amor y en el amor: aquí se explica un poco esta virtud del sacrificio (qué es, por sufrimos, para qué sufrimos, cómo debemos sufrir…). Y finalmente, sepamos que también nosotros atravesaremos por el sufrimiento: sufrimiento físico, moral o espiritual…Poner casos concretos de gente que sufre. Aprendamos de san Padre Pío. Con este texto del padre Pío cerramos nuestro panegírico.

    Aprovechamos hoy para resumir los consejos que pide la oratoria en toda predicación:

    Primero, dar una sola idea con su fin u objetivo claro: “tenemos que ser santos, cada uno en el lugar y en la misión donde Dios nos ha puesto”.

    Segundo, esa idea desarrollada en dos o tres aspectos lógicos, estructurados y claros que expliciten esa idea y ese objetivo: “Debo ser santo, primero, por ser bautizado; segundo puedo ser santo, porque tengo todos los medios para ser santo; y tercero, pero, ¿realmente quiero ser santo? Aquí está lo decisivo”. ¿Notan los puntos progresivos, claros, estructurados del mismo tema?

    Tercero, ideas concretizadas y sensibilizadas para la vida de los oyentes en su día a día. “Tú, trabajador, debes ser santo en tu trabajo de cada día haciéndolo con honestidad y alegría…Tú, estudiante, debes ser santo, si tomas en serio tus estudios para así poder ayudar a la humanidad y tener un buen porvenir… Tú, madre de familia, debes ser santa, educando a tus hijos en la ley y en el amor a Dios, cuidando y sacrificándote por ellos y por tu esposo…Conocí a X persona que vivía… Si Agustín de Hipona, a pesar de sus muchos pecados, fue santo, ¿por qué yo no?”.

    Y cuarto, ideas expresadas con convicción, imaginación, fuerza, positividad y amabilidad, empleando imágenes, contrastes, comparaciones, parábolas, cambios de voz, preguntas, suspensos. “Claro que tú puedes. ¿Lo intentaste alguna vez? ¿Quién te ha dicho que no puedes ser santo? Tienes tela para ser un santo de verdad; lo único que necesitas es un buen sastre, como don Bosco hizo un buen traje con la tela de santo Domingo Savio. Venga, inténtalo”.