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INSTRUMENTOS: EL ENTREVISTADOR/A

JUAN CARLOS MARTOS

CONTENIDOS

 

 

 

Yo, entrevistador/a, intento ser una persona de Dios.

Si soy de Dios y dejo actuar en mi vida su gracia, la fuerza de su Espíritu y el dinamismo del evangelio, puedo suscitar en otros el deseo de ser hijo de Dios y hermano de los demás. Soy cauce de la vida de Dios, no su manantial.

 

Yo, entrevistador/a, intento ser una persona fraterna.

Si soy fraterno/a, puedo suscitar en otros actitudes fraternas. Cuidaré especialmente el clima afectivo y las actitudes de acogida, aceptación incondicional y empatía en el trato de acompañamiento personalizado.

 

Yo, entrevistador/a, intento ser una persona suficientemente integrada y madura.

Por haberme hecho cargo de mi propio proceso de integración podré ayudar a otros a integrarse. Cuido mi dominio propio, mi integración de lo racional, lo afectivo y lo ideal; soy consciente de las transferencias y contratransferencias que puedan darse en la relación.

 

Yo, entrevistador/a, intento ser educador/a.

Al educador/a le importa la vida y el proyecto de vida del joven. Por eso debo ayudar a clarificar la situación que se vive y el futuro desde una visión integral del ser humano como proyecto (imagen), tarea (compromiso) y don.

 

Yo, entrevistador/a, intento estar identificado/a con mi misión.

Estoy convencido/a de que mi misión es importante y de que es necesario saber perder el tiempo para poder ganarlo. Esta identificación será la que me mantendrá firme en las dificultades, en el cansancio, en mis sentimientos de impotencia, en la aparente ineficacia y en la lenta maduración.

 

Yo, entrevistador/a, intento ser mediador/a de la Iglesia.

No actúo por mi cuenta ni en nombre propio. Soy enviado/a de la Iglesia, guardando fidelidad a ella con una personal identificación hacia mi vocación y mi carisma personal.

 

Yo, entrevistador/a, intento ser dócil al Espíritu.

Tanto en relación a mí mismo/a como en cuanto a saberme instrumento del Espíritu para con los demás. Desde esa fidelidad, centraré siempre la relación en el discernimiento, sin escorarme ni perderme.

 

Yo, entrevistador/a, intento ser acompañante hasta el final.

No basta poner a un joven en la pista. Es necesario, además, acompañarle hasta el final. Por ello su misión termina cuando el acompañado toma su opción de acuerdo con su propia responsabilidad, después de un proceso de discernimiento y clarificación.

 

Yo, entrevistador/a, soy también acompañado/a.

Por el Espíritu del Señor, al que intento ser fiel en todo momento. Por el mismo joven al que yo acompaño. Por la presencia, experiencia y riqueza de otros/as hermanos/as.


 

INTERVENCIONES PEGAGÓCICAS

 

Esta ficha va dirigida directamente a Agentes de Pastoral Vocacional. Puede utilizarse para un encuentro formativo, a manera de decálogo que le ayude a tomar conciencia del alcance de su servicio pastoral.

 

LECTURA Y ASIMILACIÓN DEL DOCUMENTO

 

  • Leer atentamente el documento. Aclarar las palabras o expresiones que no se entiendan o se ignore su significado en el contexto. Después ir señalando con un lápiz:

 

    • Lo que no entiendes (¿)
    • Lo que te parece que sobra (+)
    • Lo que falta, según tu opinión (-)
    • Lo que subrayas como más importante de todo (_)

 

  • Indica los tres aspectos que para ti son los más importantes y necesarios para el trabajo del acompañamiento vocacional.

 

  • Haz por escrito una lluvia de ideas de cada uno de esos aspectos, determinando en concreto actitudes, comportamientos, decisiones a las que te compromete vivirlos.

 

    • Poner en común con otros lo visto. Y dejarse interpelar por ellos también.