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LA AUTOEXPLORACIÓN
Cada uno de nosotros crea
una representación del mundo en que vivimos, es decir,
un mapa o modelo que nos sirve para procesar los datos de la
realidad y para actuar en consecuencia. En gran medida nuestra
representación del mundo determinará nuestra experiencia
de él.
En esta fase de la entrevista se le facilita al acompañado
la exploración de sí mismo a la luz de sus propios
modelos. El acompañante trata de ver el mundo desde la
perspectiva del acompañado (empatía). Pero si
es capaz de no dejarse "prender" por esa perspectiva,
podrá percibir en el acompañado deficiencias de
este tenor:
* tiene un modelo representacional empobrecido a través
del cual deforma y limita las posibilidades que ofrece la realidad;
* considera el origen de sus problemas como algo que es exterior
a él, sintiéndose víctima de las circunstancias
o de fuerzas internas incontrolables;
* mantiene incongruencias entre lo que siente, piensa, dice
y hace;
* teme asumir la responsabilidad de su propia vida, utilizando
diversos mecanismos para rehuirla.
De ahí que el acompañante deba ayudarle
a vincularse de forma más funcional con la realidad y
facilitarle la elaboración de un modelo más rico
de alternativas que le permitan una postura más activa
y más comprometedora.
TÉCNICAS:
1. Ejercicio de empatía: el acompañante cita de
forma clara lo que el acompañado dice de forma confusa;
lo que ha dicho con la mitad del corazón se dicta de
forma verdadera; lo que ha dicho vagamente se cita específicamente,
y lo que el acompañado presenta en un nivel superficial
es presentado por el acompañante en un nivel más
profundo. Al hacer esto, el
acompañante interpreta de alguna manera el comportamiento
del acompañado, pero sus interpretaciones están
basadas en lo que el acompañado revela respecto a sus
propios comportamientos, experiencias y sentimientos. Esta
empatía puede comunicarse de varias formas:
a) Expresando lo que sólo está implícito
Acompañado: Escribo muchos versos ?no estoy muy seguro
que sean poesía?. Mis amigos me dicen que les gustan,
que son buenos. Pero, naturalmente, ellos no son expertos. Sigo
escribiendo y sigo enviándolos a varias revistas y todo
lo que consigo son notas de rechazo. Así llevo años.
Acompañante A: Es descorazonador poner tanto esfuerzo
y tener tan poco éxito.
Acompañante B: Es descorazonador poner tanto esfuerzo
y lograr tan poco éxito. Quizá
eso hace preguntarte sobre tu talento y no quieres engañarte
a ti mismo.
Acompañado:
¡Exacto! Si realmente no tengo talento para la poesía,
no debería invertir tanto de mí mismo como lo
estoy haciendo ahora.
b) Sacando conclusiones de las premisas
Con mucha frecuencia, en los datos obtenidos en la autoexploración
aparecen implícitas unas premisas de las que se podrían
deducir algunas conclusiones lógicas.
Acompañado: Realmente no creo poder tolerar por más
tiempo el abuso de mi jefa. Piensa que me está haciendo
un favor indicándome a cada momento lo que hago mal.
Y no se da cuenta de lo arrogante y abusiva que es. Me gusta
el trabajo y quisiera quedarme, pero, la verdad, no sé
qué hacer...
Acompañante A: Lo que hace a esto especialmente frustrante
(lo que más te enoja) es que tu jefa pudiera no estar
ni siquiera dándose cuenta de lo que está haciendo
contigo.
Acompañante B: Las alternativas, entonces, están
limitadas. Una es permanecer en el trabajo y aguantar; pero
sientes que eso se ha ido haciendo insoportable. Otra
es hablar directamente con tu jefa sobre esta situación.
Una tercera es empezar a pensar en cambiar de trabajo, aun cuando
te guste este. Realmente no hemos hablado de la segunda y tercera
posibilidad.
(Quizá la acompañada está evitando el punto
de la confrontación con la jefa porque, de alguna forma,
podría darse cuenta de que ella tiene también
alguna responsabilidad en esa relación que le está
resultando dolorosa. Tal posibilidad debería ser investigada).
c) Sugiriendo marcos de referencia (interpretaciones) alternativos
Una misma serie de datos está abierta a varias interpretaciones.
Algunas veces la persona no cambia porque está cerrada
en una interpretación errónea de los hechos.
Acompañante: Por la forma en que me describes la conducta
de tu profesor, da la impresión de que es bastante inseguro,
quizá temeroso de la clase y especialmente de ti.
Acompañado: ¿Quieres decir que él no la
tiene emprendida con nosotros? ¿Que él tiene pánico?
Nunca pensé
que yo podría asustar a un profesor.
Manera de expresar la empatía avanzada:
De forma tentativa y cautelosa (Veamos
si esto tiene sentido para ti... Pareces estar diciendo que...
Me he estado preguntando si tal vez... De eso se podría
concluir...).
2. Resumir: es una forma respetuosa de invitar al acompañado
a que contemple, en visión de conjunto, ciertos aspectos
específicos de sus sentimientos, experiencias y comportamientos
que, considerados aisladamente, parecen poco significativos,
pero que, vistos en conjunto, pueden
revelar el hilo conductor que explica las distintas partes.
Supone la inclusión de elementos interpretativos que
hacen formular una hipótesis, pero eso no se hace arbitrariamente,
sino basándose en las comunicaciones anteriores. Por
otra parte, se deja al acompañado en libertad de confirmar
o rechazar.
Acompañante: Repasando lo visto, parece que hay algunos
puntos no resueltos en su vida. Uno es el hecho que su reciente
cambio de trabajo ha significado que usted ya no puede verse
con sus viejos amigos. Otro punto, que usted encuentra especialmente
penoso y embarazoso, es su interés en permanecer joven.
Parece que no quiere enfrentarse al hecho de ir haciéndose
viejo. Un tercer punto es la forma en que se está excediendo
en su trabajo, hasta el punto de que, cuando termina un proyecto
prolongado, repentinamente encuentra su vida vacía.
Acompañado: Resulta doloroso oír todo eso bruscamente,
pero es así. Realmente tengo que revisar mis valores.
Siento que necesito un nuevo estilo de vida, que debería
comenzar a plantearme la vida de otra manera.
3. Autodescubrimiento del acompañante: Si un acompañante
revela algo de su propia vida personal al acompañado,
¿ayuda al acompañado? Depende. Ese autodescubrimiento
favorece la autoexploración y el autoconocimiento del
acompañado, pero también puede asustarle o hacer
que el acompañante parezca menos eficiente.
Algunas orientaciones:
* El acompañante debe estar dispuesto a descubrirse a
sí mismo ante el acompañado si y cuando lo considere
oportuno.
* Ese descubrimiento no debe suponer una carga para el acompañado.
* El acompañante no puede ayudar con el autodescubrimiento
al acompañado a menos que él esté viviendo
más efectivamente el aspecto que estén considerando.
* El autodescubrimiento es inapropiado si distrae al acompañado
de sus asuntos.
* El autodescubrimiento puede ser inapropiado si es demasiado
frecuente.
4. Proximidad (diálogo de tú a tú)
La proximidad hace relación a la habilidad del acompañante
para conversar con el acompañado sobre lo que está
pasando en el "aquí?y?ahora" de su mutua rela-ción
y la habilidad para usar la relación misma y la discusión
explícita de la relación como parte del proceso
de ayuda. Normalmente esto implica:
* Alguna auto?revelación por parte del acompañante.
* Alguna comunicación de empatía exacta avanzada.
* Alguna confrontación o elemento de reto.
Acompañante: Creo que nos agradamos el uno al otro desde
el principio. En cierto modo esto parece favorecer lo que estamos
haciendo aquí. Nos relacio-namos con bastante facilidad.
Por otra parte, esto puede ser un obstáculo. Quizá
estamos demasiado cómodos el uno con el otro. No estoy
seguro, por ejemplo, de que hayamos abordado los temas que más
te preocupan. Es casi como si hubiera una conspiración
entre nosotros para evitarlos. ¿Esto es sólo mi
percepción de las cosas o te parece que algo así
está sucediendo?
5. Explicar
Consiste en proveer al acompañado de una información
sobre el tema que se esté tratando, a fin de que pueda
ver las cosas desde una perspectiva hasta ahora desconocida
para él. Es necesario, por tanto, que el acompañante
posea un buen conocimiento de las materias relacionadas con
el asunto objeto de la conversación.
LA CONFRONTACIÓN
- PERSONALIZACIÓN
1. Confrontación:
Es un desenmascaramiento consciente de las incoherencias, distorsiones,
juegos y pantallas de humo que el acompañado usa para
huir de su autocomprensión y del cambio constructivo
de conducta. Comprende también el desafío a las
encubiertas, infradesarrolladas y mal usadas potencialidades,
habilidades y recursos del acompañado para traducirlos
en programas de acción.
a) Discrepancias: entre lo que se piensa y lo que se siente,
lo que se dice y lo que se hace, lo que somos y lo que deseamos
ser, la visión que se tiene de sí mismo y la que
tienen los otros...
Acompañante: Pedro, hablas de la necesidad de disciplina
en tus hábitos de estudio. Yo me estaba preguntando si
no habría una necesidad de disciplina más general
en tu vida. Por ejemplo, ¿crees que podría ser
importante lograr un mejor aspecto físico?.
Acompañado: Sé que necesito una buena dosis de
disciplina, pero nunca había pensado en mi cuerpo. Voy
siempre bastante desaliñado y realmente esto podría
ser una señal de mi desaliñado enfoque de la vida.
b) Distorsiones: cuando no podemos encarar las cosas como realmente
son, tendemos a distorsionarlas.
Acompañante: Luisa, dices que los chicos con quienes
te relacionas tienden a aprovecharse de ti. Pero, por otro lado,
vistes "sexy" y te gusta ir a fiestas donde "aprovecharse"
es cosa habitual. Me estaba preguntando si ves alguna contradición
aquí.
c) Juegos, trucos y cortinas de humo: si me siento a gusto con
mis ilusiones y engaños y les saco algún beneficio,
obviamente trataré de conservarlos.
Acompañante: Por lo que me vas diciendo, me parece que
has pasado mucho tiempo dando a entender a tus amigos que tú
eres incapaz de ciertas tareas y que dispones de poco tiempo
libre, y ahora da la impresión de que te ha salido el
tiro por la culata. Muchos de tus amigos han empezado a no contar
contigo y tu vida social se ha empobrecido.
Acompañado: Sí, de forma solapada yo venía
a darles a entender que yo era una persona incapaz, de manera
que no me viera pillado en cosas que no estaba dis-puesto a
hacer. Ahora estoy pagando las consecuencias.
Acompañante: Pero tú realmente no eres esa persona
débil e incapaz que has hecho de ti. Tienes capacidad
de relación: eres abierto y sincero. Eres capaz de interesarte
por los otros, aun cuando hayas intentado evitar esto en el
pasado... Creo que hemos ido viendo todo esto en la entrevista.
d) Evasiones: se procura evitar temas reales porque son dolorosos;
una forma de hacerlo es culpar a otros.
Acompañante: Ya me hago una idea del comportamiento de
tu profesor por lo que me vas diciendo. ¿Qué es
lo que tú crees que haces para enojarlo?.
Acompañado: Yo no hago nada. Me meto en mis cosas.
Acompañante: Digámoslo de otra manera. ¿Qué
diría él de ti si estuviese quejándose
de ti con alguien?
Acompañado: Bueno, diría que soy flojo, que no
presto atención en clase...
Manera de confrontar:
La confrontación puede resultar amenazante y producir
el efecto contrario: reforzar los mecanismos de defensa. Por
eso, no tiene sentido si no es en el marco de una intensa y
profunda comprensión de la persona. Ha de hacerse en
términos descriptivos (evitando órdenes, juicios,
acusaciones...), con cuidado, progresivamente. Se ofrece el
material tal como es percibido por el acompañante, para
que el acompañado lo explore, lo identifique y lo acepte
como un dato que le ayude a cambiar.
La respuesta del confrontado:
Como la confrontación es un "poner al descubierto"
o un ser desafiado, puede crear confusión e incomodidad.
El confrontado a veces intenta deshacerse de esa situación,
de varias maneras:
* Atacando o desacreditando al confrontador.
* Tratando de disuadirlo con argumentos.
* Quitando importancia al aspecto que se está tratando.
* Buscando apoyos para los propios puntos de vista en las opiniones
de otras personas.
* Fingiendo estar de acuerdo, pero con el fin de no seguir adelante
con el tema.
Cuando se produce la reacción ideal, el confrontado comprende,
reflexiona y examina su conducta con el que le orienta. Más
aún: puede ir aprendiendo a confrontarse a sí
mismo.
2. Personalización:
Con frecuencia el orientado se siente a sí mismo como
víctima de circunstancias adversas (infancia, familia,
ambiente social, la comunidad, los compañeros, desgracias
pasadas, etc.), frente a las cuales se siente insatisfecho y
piensa que no puede hacer nada fuera de tener que cargar con
las consecuencias. En otras ocasiones se considera a sí
mismo agente material de sus conflictos (agresividad, depresión,
debilidad de carácter, etc.), pero piensa que ni siquiera
en esas ocasiones puede hacer nada ("soy
así").
De esta forma, considera que sus problemas están fuera
de su control, comportándose como sujeto pasivo y sufriente
de las decisiones de otros.
La tarea del orientador, una vez ha ayudado a la autoexploración
con la escucha activa, es facilitar el cambio de perspectiva
del orientado de forma que cada vez se sienta más agente,
más protagonista de su vida. A este proceso se le denomina
personalización.
· Fórmulas de personalización:
(Habla Marta): "Bien
que me avisaron sobre las ilusiones de la Universidad. Entras
pensando que es una cosa y cuando llegas allá ves que
es otra. El sistema en que vivimos es terrible y la Universidad
es su reflejo. No hay ni un profesor que merezca la pena. Son
todos incompetentes, no saben dar la materia y después
exigen lo que no han dado. A este paso creo que voy a terminar
el curso sin saber nada".
1. Respuesta comprensiva
Estás indignada, Marta, porque
la Universidad no
es lo que esperabas.
(Se responde desde el ángulo de referencia de Marta:
la culpa es de la Universidad)
2. Personalizar el contenido
Te sientes frustrada porque
tú no estás
aprovechando el curso como quisieras.
(Ya no hablamos de la Universidad sino de ti. El paso al pronombre
personal es la primera señal de que el contenido se está
personalizando)
3. Personalizar el fallo, la carencia o la dificultad
Estás insatisfecha, Marta, porque
no sabes como aprender
(estudiar) las asignaturas en condiciones tan desfavorables.
(El problema o dificultad, ahora, está en ella. Si no
sabe, se puede esperar que aprenda cómo resolverlo. De
esta manera asumirá la responsabilidad de lo que le sucede.
Pasará de una actitud pasiva a una actitud activa e implicativa)
4. Personalizar el objetivo
Estás preocupada, Marta, porque no sabes cómo
aprender en circunstancias tan desfavorables y te
gustaría saber
elaborar un programa de estudio real para ti misma.
(Al existir un fallo o una carencia, es preciso identificar
un objetivo que pueda subsanarlo).
Los sentimientos del ayudado se modifican a medida que se desarrolla
el proceso de personalización. Marta, por ejemplo, primeramente
se siente indignada, después frustrada y por fin insatisfecha
y preocupada consigo misma. Al principio los sentimientos son
dirigidos hacia fuera, sobre todo hacia las personas que viven
próximas. Después la persona se vuelve hacia sí
misma: la víctima se va transformando en agente.
En el proceso de ayuda las respuestas personalizadas no siempre
se dan próximas unas de otras. En muchas ocasiones hay
que volver a las respuestas comprensivas, lo que permite al
ayudado asimilar gradual-mente su responsabilidad. Si el ayudado
rechaza las respuestas personalizadas es señal de que
aún no está preparado para ver su propia verdad.
Eso significa que el proceso ha de llevarse a un ritmo más
lento.
LA PROGRAMACIÓN - PLAN DE ACCIÓN
En esta fase es el momento de plantearse los pasos a dar para
cambiar la situación. Debemos fijar los objetivos a los
que queremos llegar de acuerdo con la situación del acompañado.
Es importante que los objetivos (metas
personalizadas) que
propongamos lleguen a ser operativos: adecuados a la meta, observables
y evaluables.
Las metas personalizadas han de pertenecer al orientado, ser
concretas, específicas (bien definido) y realistas. Cuando
los problemas hacen referencia a aspectos de comportamiento,
resulta fácil también formular metas específicas
(dejar de fumar, obtener el carnet de conducir; adelgazar, etc.).
Pero hay metas que por su misma naturaleza son más complejas,
porque reflejan actitudes subjetivas o conceptos más
abstractos. Por ejemplo:
· Caso 1º (Jaime, estudiante de COU, de familia
humilde, es el menor de cuatro hermanos y el único que
hace estudios). "Me
doy cuenta ahora de que en el fondo de mis dificultades con
la familia está el que yo soy muy egoista, sólo
pienso en mí y voy siempre a lo mío. Creo que
debería proponerme no ser tan egoista en mis relaciones
familiares".
· Caso 2º (Elena, 23 años, es empleada en
un taller de confecciones y tiene relaciones con un chico).
"Verdaderamente
me doy cuenta que temo mucho el rechazo de los demás
y por eso me dejo dominar por todo el mundo. Si yo me valorara
a mí misma no me pasaría eso. Pienso que debo
intentar quererme más a mi misma"
(aumentar autoestima).
· Caso 3º (Luis, 20 años, estudiante de medicina).
"Me he dado
cuenta que soy yo el que se aísla de la gente, soy tímido
y no me atrevo a relacionarme con los compa-ñeros. Me
voy a proponer superar mi timidez en mis relaciones con los
demás".
Los objetivos operativos son las metas operacionalizadas: traducidas
en términos de conductas que sean observables y medibles.
La forma más sencilla de operacionalizar un objetivo
es someterlo a las "circunstancias":
QUÉ, DÓNDE, CUÁNDO, CÓMO, CON QUIÉN...
PAUTAS PARA ESTABLECER
UN PLAN DE ACCIÓN
1) Producción de sugerencias.
El orientador estimula la creatividad del orientado para que
presente todas las sugerencias que le vayan viniendo a la mente
o bien buscan juntos con estos procedimientos:
* Observar la conducta pretendida a lo largo de un cierto tiempo
(un día, una semana...) para detectar las ocasiones en
que se falla.
* Prestar atención a la cadena de acciones o sucesos
que deberían llevar al fin concreto pretendido y localizar
los lugares donde la cadena se rompe.
* Poner la meta en relación con la circunstancia concreta
en la que dicha conducta se desea que ocurra (cuándo,
dónde, con quién...).
* Indicar la conducta esperada con un verbo de acción
observable (estudiar, visitar, conocer, participar...), evitando
los no observables (sentirse, pensar, valorar...).
* Expresar la conducta deseada en términos positivos,
aun cuando se pretenda eleminar algo no deseable.
2) Evaluar las sugerencias.
Para que las conductas sugeridas puedan convertirse en verdaderos
objetivos operativos se han de revisar para ver si cumplen las
siguientes características: concretas, medibles, realistas,
relacionadas con la meta (adecuadas), conformes con los valores
del orientado.
3) Elección de objetivos y programación.
Conviene evitar la dispersión de fuerzas. Por eso es
recomendable seleccionar unas pocas conductas concretas, sopesando
los "beneficios" (para el individuo, la familia, los
amigos, la sociedad, la Iglesia...) y los "costes"
(esfuerzos, tiempo, economía...).
Además es necesaria la ordenación óptima
de las distintas acciones y pasos de manera que formen un plan
"secuencial" (una serie de diversos elementos de acción
recíproca, en sucesión lineal, con coherencia
interna).
Los planes más simples en principio son los mejores.
Y, sobre todo, es fundamental asegurar el éxito del primer
paso; ha de ser, por tanto, fácil de ejecutar.
4) Ejecución del Plan
Corresponde al orientado lanzarse a la ejecución. De
ahí la importancia de que los objetivos estén
bien personalizados y asumidos. Al orientador, en cambio, le
corresponde una labor de feed-back, de apoyo y refuerzo.
5) Evaluación del Plan de acción.
Es un proceso sistemático, integral, continuo, que valora
los cambios producidos en la conducta del orientado, la eficacia
de las técnicas empleadas, la capacidad de ayuda del
orientador, la calidad del Plan de acción y todo cuanto
converge en el proceso de relación de ayuda. Los datos
aportados por la evaluación han de revertir al sistema
programador de manera que pueda ser perfeccionado en función
de los resultados obtenidos.
EJERCICIO DE EMPATÍA
1. Padre de familia. 48 años. Habla con el orientador
familiar.
Este hombre está examinando las escasas relaciones que
tiene con su esposa y sus hijos. En general, siente que es la
víctima, que su familia no le trata correctamente. No
ha empezado a examinar las implicaciones de su propia conducta.
"En las fiestas
soy popular por ser ingenioso. Casi todos se ríen con
entusiasmo. Pienso que los divierto mucho y que esto les gusta
a los otros. Cuando trato de ser gracioso mi esposa y mis hijos
no se ríen. Algunas veces toman todo erróneamente
y se enfadan. De hecho, tengo que contenerme en mi propia casa".
a) Primer nivel de empatía: "Lo que usted ve como
un buen pasatiempo no tiene éxito en su casa. Sus fracasos
le desconciertan".
b) Nivel avanzado de empatía:
2. Estudiante de 1º de Ingeniería. Hablando con
el orientador escolar.
Este estudiante de ingeniería ha estado examinando su
inconformidad consigo mismo y con sus logros en la universidad.
Ha examinado estos asuntos, así como su disgusto con
la universidad y con algunos profesores.
"Sencillamente,
no tengo mucho entusiasmo. Mis calificaciones están bien.
Tal vez un poco por debajo del nivel. Sé que puedo hacerlo
mejor si quiero. No sé por qué mi decepción
con la universidad y con algunos profesores me ha afectado tanto.
Desde que recuerdo, incluso en primaria, cuando no tenía
idea de lo que era ser ingeniero, he querido llegar a serlo.
Lógicamente debería estar feliz o al menos no
debería estar así de deprimido."
a) Primer nivel de empatía: "Estas decepcionado
con la facultad, con algunos profesores y quizá con tu
propia falta de entusiasmo".
b) Nivel avanzado de empatía:
3. Mujer de 33 años. Habla con un sacerdote.
Esta mujer ha estado examinando la calidad de su vida interpersonal.
No está casada. Tiene una amiga íntima para quien
ella cuenta mucho. En general, ha estado examinando su relaciones
interpersonales y especialmente su relación con esta
amiga íntima.
"Josefina y
yo últimamente estamos como las luces eléctricas,
encendidas o apagadas. Cuando estamos encendidas es maravilloso.
Comemos juntas continuamente, vamos de compras, en fin, todo
ese tipo de cosas. El compañerismo es fantástico.
Pero algunas veces, repentinamente, ella parece apagarse. Ha
estado así durante dos semanas; lo puedo notar en el
tono de su voz por teléfono. ¿Por qué siempre
hemos de tener estas rupturas? Sé que somos de diferentes
temperamentos: ella prefiere estar quieta y yo soy más
bien ruidosa. Pero nuestras diferencias, ordinariamente, no
interfieren en nuestras activi- dades. Al menos, no lo creo."
a) Primer nivel de empatía: "Tú sientes que
te dejan a un lado cuando ella da la vuelta y se aleja, y quisieras
saber qué es lo que está pasando."
b) Nivel avanzado de empatía:
4. Hombre de 40 años. Consulta a un consejero matrimonial.
Es la tercera vez que este hombre viene a ver a su consejero
matrimonial durante los últimos cuatro años. Su
esposa nunca ha venido con él. Tiene sólo una
o dos sesiones con el consejero y se va.
"Podría
venir y decirte una y otra vez lo que ella hace y deja de hacer.
Es una letanía. De veras sabe cómo castigar. No
comprendo cómo he resistido todo este tiempo. Continúo
diciéndole que vea a un consejero, pero no lo hará.
Así que aquí estoy otra vez, en su lugar. He contado
esta historia una y otra vez, sin embargo, no soluciona nada.
He intentado casi todo".
a) Primer nivel de empatía: Usted se pregunta que para
qué sirve esto. Presentarse aquí solo y contar
la historia de nuevo no parece cambiar nada.
b) Nivel avanzado de empatía:
EJEMPLO ILUSTRATIVO
DE CONFRONTACIÓN
Contexto: El chico del ejemplo siguiente ha estado hablando
de la desorganización y falta de disciplina en su vida.
Siente ansiedad, falta de un propósito decidido y se
ve empujado en muchas direcciones. Ha examinado varias áreas
de su vida y se ha centrado en su desorganizada vida interpersonal.
A. (acompañado): Siempre he pensado que debo ser lo más
libre posible, pero el relacionarme con la gente coarta mi libertad.
Y no es es esto lo que quiero. Por ejemplo, la chica con la
que estoy saliendo empieza a plantearme exigencias. Espera que
yo ocupe un puesto estable en su vida. No permite que nuestra
relación permanezca informal.
B. (acompañante): Te está llegando a lo que más
te duele: tu sentido de la libertad.
A. No es ella la primera. Es la tercera o cuarta vez que me
ocurre esto. Le he dicho adiós a otras dos muchachas
porque empezaron a plantearme este tipo de exigencias. Ahora
me empieza a pasar lo mismo.
B. Has llegado a sentirte presionado en tu relación con
las chicas; pero parece que ella ve la relación de manera
distinta. Suena como si tú y la chica no tuvieseis las
mismas intenciones desde el principio.
A. Creo que ellas llegan al punto en que desean comprometerme
y yo no quiero pertenecer a nadie.
B. ¿Estás diciendo que te gustaría intimar
sin lazos o exigencias interpersonales? Si es así, sería
un deseo difícil de alcanzar.
A. Yo puedo establecer el sistema de relación con las
personas que me parezca. Si a otros no les gusta, no tienen
por qué meterse conmigo.
B. Así que, en tus relaciones actuales compromiso significa
compromiso en tus términos. Si a los otros no les gusta
así, pueden irse.
A. No necesito que me den consejos moralizantes sobre mi comportamiento.
La moral ahora es diferente. Hoy la gente se relaciona de otra
forma. No necesito a nadie que vigile mi conducta.
B. Casi suena como si estuvieras diciendo que no me meta en
tus asuntos. Tal vez ahora estoy haciendo lo que otros hacen:
violando tu libertad.
A. Bien, pienso que supones que no soy libre para establecer
mis propias reglas en las relaciones, y no quiero creer que
sea cierto.
B. Posiblemente estoy suponiendo eso. Podría ser que
incluso estuviese dando a entender que es difícil para
ti formar tus propias reglas para gobernar nuestra relación.
Me parece que estoy empezando a pedirte que te fijes en las
consecuencias de establecer reglas unilateralmente.
A. La verdad es que me pongo exigente en el tema de mi libertad;
cuando te hablo aquí, parece que estoy defendiendo mi
libertad. Creo que no me gusta tu insinuación de que
toda relación exige dar y recibir, es más de lo
que estoy dispuesto a hacer.
B. Ver tu propia conducta como otros la ven es doloroso para
ti; algo que has preferido evitar.
A. Pero he pagado el precio por evitarlo. Es por lo que estoy
aquí.
EJEMPLO DE PERSONALIZACIÓN
A. Es muy agradable poder hablar así contigo. Generalmente
no puedo dialogar de esta manera con chicos de mi edad. Me siento
tan desconcertada, que a veces no sé a qué generación
pertenezco... Me veo diferente a la mayoría de la gente
joven. Me gustaría ser más sociable y encontrarme
relajada, pero sé que no soy una de ellos, pues todos
me dan la espalda.
B. Te sientes muy desanimada porque tienes la impresión
de que la gente de tu edad te deja de lado.
A. Sí, eso es lo que sucede. Por ejemplo, en las clases
casi no me relaciono con nadie. Los de atrás siempre
están de cháchara, pero a mí me gusta ponerme
en los primeros puestos para poder oír bien a los profesores...
Luego, en el recreo, cada cual se une a su grupito y a mí
nadie me invita, así que prefiero quedarme en la clase
repasando los apuntes. Tan sólo a la salida de clase
me uno a Carmina porque vivimos cerca. Pero, no sé...;
la encuentro antipática.
B. ¿Y los fines de semana?
A. Apenas salgo porque no tengo pandilla. Ayudo a mi madre en
casa. Por la tarde me gusta ver la tele. Y a veces salgo de
paseo con mis padres. No me va lo de la discoteca, aunque a
veces me gustaría; pero es que no encuentro con quien
salir... Bueno, la verdad es que me aburro bastante y muchos
domingos termino discutiendo con mis padres y llorando en mi
cuarto.
B. Te sientes frustrada porque te das cuenta de que estás
viviendo muy aislada con relación a la gente de tu edad.
A. Pues la verdad es que ahora sí me veo un poco aislada.
Siempre he tenido pocas amistades, pero eso no me preocupaba
demasiado. En cambio ahora, en COU, es distinto.
B. Estás preocupada porque no sabes cómo salir
de tu aislamiento y establecer relaciones.
A. Ya te digo que me da la impresión de que soy diferente.
Me veo distinta de la gente de mi clase. Me gusta estudiar,
no me va salir de noche ni ir vestida como algunas estúpidas
de mis compañeras... A veces quisiera poder hablar con
alguien como lo hago aquí contigo, pero no hay forma;
creo que tengo otra mentalidad. Y lo malo es que el próximo
año estaré ya en la universidad.
B. Te satisface este tipo de relación que mantenemos
entre nosotras aquí y te gustaría conseguir algo
así con la gente de tu clase, pero no sabes cómo.
A. Bueno, sí, desde luego que me gustaría porque
me doy cuenta de que así no puedo seguir, pero realmente
no sé qué hacer. ¿Se te ocurre a ti alguna
idea?
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