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ETAPA II: MADURACIÓN DEL VALOR VOCACIONAL

JUAN CARLOS MARTOS

AUTOBIOGRAFÍA VOCACIONAL

 

 

 

PARA ESCRIBIR LA AUTOBIOGRAFÍA VOCACIONAL

 

  • Lo que vas a hacer es pasar la moviola a la película de tu propia vida. No es (no puede ser) algo objetivo. No te preocupes de recoger exhaustivamente todo. Pero, eso sí, destaca lo que para ti haya sido más importante y significativo sin dejar nada de esto.
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  • Por supuesto que a veces tendrás que navegar por aguas que no son demasiado claras o que no te gustaría tocar. Por eso, antes de comenzar repite mentalmente varias veces: "Todo lo que he vivido, absolutamente todo, ya ha sido asumido y acogido por Dios y Él me quiere así". Intenta hacer tú lo mismo.
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  • Ahora toma un papel en blanco e intenta desgranar tu propia historia. Lo mejor es que no te atengas estrictamente a guiones; por eso, si prefieres escribir sin esquemas previos... (adelante! Sin embargo, si lo deseas, puedes tener en cuenta estas pautas que te sugiero. Conviene que, en un primer momento, las leas todas seguidas, y luego establezcas tú mismo un guión muy sencillo de lo que vas a escribir, con tres o cuanto puntos significativos en los que vayas integrando toda la densidad de tu vida.
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  • Te recomiendo que escribas por una sola de las caras de las hojas, de manera que por la parte de atrás puedas seguir completando. Seguro que a medida que te metas, irán surgiendo nuevos recuerdos que te interesan consignar por escrito.
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  • Cuando termines, intenta seguir orando: )No tienes mucho que agradecer a Dios? )Por qué tienes que pedir perdón? Recuerda: "Todo lo que he vivido, absolutamente todo, ya ha sido asumido y acogido por Dios y me quiere así".
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  • PREGUNTAS ORIENTATIVAS
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1. Identidad humana:

 

  • Tienes una historia que tú no has creado. Tus nombres y apellidos hablan de tu familia. )Asumes esta historia?. )La conoces?. )Estás reconciliado con ella? Registra las grandes etapas de tu vida.
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  • )Cómo ha sido y es la relación con tu madre, tu padre, con cada uno de tus hermanos, la familia...?
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  • Habla del lugar en que naciste y creciste; mira si quedan raíces en ti. Memoria de tus experiencias más significativas.
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  • Recuerda lo más significativo de tu infancia: amigos, aficiones, la escuela...
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  • Refresca cómo viviste tu adolescencia: miedos, temores, descubrimientos, decepciones, crisis, cosas nuevas.
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  • Mira tu forma de ser, tu carácter y tu temperamento: )qué es lo positivo y lo negativo de ti mismo?
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  • )Aceptas tu propio cuerpo, tu nivel cultural, tu inteligencia, tus lagunas, límites, defectos y carencias?
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  • Di una palabra sobre cómo estás asumiendo e integrando tu propia sexualidad.)Cuál ha sido el itinerario de tu despertar afectivo? )Puedes evocar tus experiencias más significativas al respecto: gozos, traumas,...? )Cómo es tu relación con el otro sexo? )Qué pinta Dios -tu fe, tus convicciones- en tu experiencia afectivo-sexual?
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  • Haz un mapa de tus estados de ánimo: cimas y valles, desiertos y mares...       Pon un nombre a tus vacíos y limitaciones, a tus preocupaciones.
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  • Tus aficiones, los valores que te mueven y te han movido: )en qué has puesto tus ilusiones y en qué las pones ahora mismo?
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  • Las mayores satisfacciones y los mejores momentos los has tenido cuando...
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  • )Cómo te ves en cuanto a tu fuerza de voluntad y tu capacidad de perseverancia y esfuerzo?
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  • )Qué personas te han influido más –suelen ser, de ordinario, nuestros amigos y nuestros enemigos-? ¿En qué te han influido en concreto?)Por qué?
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  • Describe la imagen que tienes de ti mismo ahora.

 

 

 2. Identidad religiosa:

 

  • )Cuáles son tus primeros recuerdos religiosos? (lugares, personas...)
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  • )Qué ha significado para ti la fe en Dios, la amistad con Jesús...?
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  • ¿Has tenido alguna experiencia de llamada del Señor? ¿Cómo fue? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Qué pasó exactamente? ¿Cómo reaccionaste después? ¿Por qué sientes que fue algo de Dios? ¿A quién se lo dijiste? ¿Por qué?
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  • Compara brevemente tu proceso de crecimiento y maduración personal y tu cambio en la imagen que tienes de Dios. )Han crecido igual o al mismo tiempo?. )Por qué?
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  • )Cómo ha sido tu proceso de discernimiento vocacional? Etapas, signos, "Palabras"...
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  • ¿Quién te ha acompañando en ese proceso? ¿Cómo valoras el acompañamiento? ¿Para qué te ha servido en concreto hasta ahora? ¿Qué ayudas precisas ahora?
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  • “Con la Iglesia hemos topado”: )te sientes alguien que pertenece a la Iglesia? Explícate )Por qué?
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  • Oración, Palabra de Dios, Sacramentos (Eucaristía y Reconciliación): )qué lugar ocupan en tu vida?
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  • María, en una palabra ha sido y es para ti...
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  • Tu ubicación eclesial. Significado personal que das a la Congregación religiosa a la que te sientes llamado, a su fundador, a su espiritualidad y estilo de vida y misión. ¿Por qué aquí?
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  • Tu vocación religiosa: origen, desarrollo, etapas, itinerario, sentido que das a todo lo pasado... 

 


 

INTERVENCIONES PEGAGÓCICAS

 

Esta ficha va dirigida directamente a los candidatos, como un instrumento que puede ayudarles en su autoconocimiento y, también, como toma de conciencia de su itinerario vocacional. Obviamente, el agente de Pastoral Vocacional deberá adecuarlo a las circunstancias y características del candidato. No es lo mismo usar este instrumento a la edad de 18 años que a la de 28, por poner un caso.

 

LECTURA Y PREPARACIÓN DEL DOCUMENTO

 

    • Leer atentamente el documento. Cambiar las palabras o expresiones que no se entiendan o se ignore su significado en el contexto por otras que sean más comprensibles para el candidato.

 

    • Motivar adecuadamente la entrega del documento, de manera que no se entregue hasta que no haya un compromiso serio del candidato de comenzar a redactarlo.

 

    • En ocasiones es bueno determinar con antelación algunas fechas de entrega, o incluso, organizar alguna actividad que vaya orientada a facilitar el lugar, el tiempo y el ambiente aptos para confeccionarla. Por ejemplo, se puede organizar un fin de semana con el objetivo de hacer este trabajo, en algún sitio...

 

    • Conviene acordar también, el seguimiento y la confrontación que el acompañante hará con la autobiografía del candidato. Hay que evitar que se sienta controlado o  limitado en su libertad, que propicie el culto de la autoimagen, que silencie aspectos negativos o vergonzosos, que no entre en las raíces y se quede en las apariencias...etc. El acompañante deberá cuidar esto, que siempre resulta complicado.

 

 

ORIENTACIONES QUE PUEDE DAR EL ACOMPAÑANTE AL CANDIDATO QUE REDACTA SU AUTOBIOGRAFÍA

 

La Autobiografía vocacional es un instrumento de discernimiento, que ayuda a crear un talante de autenticidad a través de la memoria creyente de la propia vida y del “efecto espejo”. Su principal fruto es indirecto, y se va dando mientras se escribe. Por eso hay que cuidar tanto la redacción, el lugar y el ambiente para hacerlo.

 

No es algo que se pueda pedir a todos. Pero, si se encuentra el ambiente favorable, ciertamente que puede ayudar enormemente a la toma de conciencia vocacional, propia de esta etapa II. Conviene tener presente estos criterios:

 

  • A las personas que tienden a mirarse mucho a sí mismas y evitan enfrentarse a las decisiones difíciles, tal vez no les convenga. A veces reforzaría sus mecanismos de defensa y la racionalización, buscando argumentos para asegurar una decisión ya previamente tomada.
  • No perder la visión integral de la persona. Conviene tener en cuenta los aspectos sicológicos, familiares, ambientales, sociológicos y espirituales. La vocación afecta a todo.
  • Cuidar no sólo el recuerdo de lo que se escribe, sino la confrontación entre lo analizado y la vida diaria.
  • Cuidar la interpretación de los acontecimientos sucedidos en la propia historia personal. Más que dar explicaciones racionales, intentar revivir lo sucedido y proyectar sobre ello la fe a la luz de la Palabra.
  • De vez en cuando orar con lo escrito en la autobiografía. Es la realidad personal y la historia de Dios en la propia vida, aunque a veces cueste mucho verlo.

 

 

INDICACIONES METODOLÓGICAS PARA REDACTARLA

 

  • Cómo escribir

 

    • Antes de escribir, pararse, tomar conciencia. Conviene escribir en un clima de oración, ante Dios, buscando la autenticidad, la verdad, vernos como Él nos ve.

 

    • Evitar hacer de la autobiografía una tarea penosa o forzada. Implicarse en ella, tener la sensación de “mojarse”; hablar de mí mismo, con pelos y señales... incluso llegando a redactar cosas que suponen valentía.

 

    • Escribir para sí mismo, no para el acompañante, aunque sea persona íntima y con la que se tiene la máxima confianza.

 

    • No reservarse nada, ni siquiera lo que puede producir vergüenza o pueda culpabilizar. Al escribir expresar sentimientos básicos: confianza, agradecimiento, súplica,...

 

    • Conviene ser precisos, concisos y rigurosos. Tres adjetivos que hay que retener siempre:

 

        • PRECISOS, evitando palabras y frases comodines, para encontrar las palabras y frases que expresan exactamente lo que se siente.
        • CONCISOS, no difusos, no diluvios verbales, economía de palabras y de frases,.. pero sin dejar de poner lo que debe ser expresado.
        • RIGUROSOS, esto es, ajustándose bien a lo real de la experiencia vivida. Al escuchar o leer la autobiografía se debe “oír” la experiencia vivida.

 

 

  • Qué escribir

 

          • Conviene tener presente el guión de preguntas más arriba indicado. Ayudan a saber a qué hay que ajustarse. Pero pueden confundir... Lo mejor es llegar a establecer un esquema para rellenar con un cierto orden, que ayude a la claridad. El acompañante puede ayudar a hacerlo. El mejor esquema es el que sigue un orden cronológico.

 

          • Evitar la “verborrea” o el “mariposear” yendo de una cosa a otra, sin meterse a fondo. Esto se nota cuando hay un diluvio verbal de frases que se suceden, en las cuales parece que la persona se regodea hablando de sí, sin que busque ahondar lo que ha vivido.

 

          • Conviene seguir tres pasos:
        • DELIMITAR. No empezar a escribir hasta determinar qué se quiere analizar. Señalar una sola cosa, que tenga cierta relevancia. Nombrarla de manera que eso concentre la atención.
        • EXPLORAR. Se trata de hacer el inventario de todos los elementos que constituyen esa experiencia y que, obviamente, se recuerden: lugares, personas, palabras, sensaciones, reacciones,...etc. De esa manera se entra en la inteligencia de su contenido.
        • AHONDAR. Se trata de preguntarse y responder de manera permanente ¿por qué?, ¿qué hay detrás de esto? ¿cuáles son las raíces? ¿qué lo causa? ¿de dónde viene esto?...Se trata de ir hasta el fondo de la circunstancia analizada.

 

  • Proceso

 

  • Unos recuerdos llevan a otros. Hasta que se alcanza a dar nombre a cosas que nos asustan, se necesita tiempo.

 

  • Al principio, la autobiografía suele ser una especie de desahogo. Hay que ir “soltando las compuertas”. Más tarde, sin darse cuenta, las piezas del puzzle comienzan a encajar.

 

  • La autobiografía debe llevar a la vida. El ideal de la autobiografía es que llegue un momento en el que tengas una conciencia clara de que hay experiencias de llamada en tu vida. Y tú mismo puedes decir claramente que “te has sentido llamado por Dios”.

 

    • Invitar a guardar la autobiografía vocacional. Suele ser un instrumento muy útil para situaciones de crisis vocacionales, de pruebas... la memoria histórica desde la fe nos recuerda que Dios es fiel y que mantiene su palabra.