LIBRO VOCACIONAL RECOMENDADO
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José Rafael Prada Ramírez

Psicologia e formazione. Principi psicologici utilizzati nella formazione per il Sacerdozio e la Vita consecrata

Edacalf., Roma 2009, 303 páginas

 

 

   

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En distintas ocasiones y documentos se ha afirmado y reiteradamente que el futuro del sacercocio y de la vida consagrada dependen  de la formación  de sus candidatos. La Iglesia, tanto en sus seminarios diocesanos como en las casas de formación para las personas  consagradas debe cuidar  con esmero y constancia  los programas formativos, actualizar los medios, y evaluar periódicamente los mismos si quiere garantizar resultados positivos en quienes aspiran a un seguimiento consciente y libre de Jesucristo en el sacerdocio o en cualquiera de las formas de vida de especial consagración.

Tanto los decretos eclesiales como la experiencia nos indican que en esta tarea  se han de inscribir por una parte, la cuidada selección de los  formadores y, por otra, que éstos sepan contar con la ayuda de expertos a la hora  de admitir a los candidatos  tanto para el ingreso en la casa de formación como, sobre todo, para su admisión a la recepción de las Sagradas Órdenes o de la Profesión religiosa. Ente los expertos  llamados a colaborar están los psicólogos y entre los medios que brinda la psicología actual.

José Rafael Prada es  sacerdote redentorista y doctor en psicología. Además puede añadir a su carta de presentación un larga experiencia como formador, como responsable de áreas de gobierno así como en docencia a nivel universitario.  Sus convicciones según confesión propia son éstas: cree en el misterio de la persona humana llamada por Dios al sacerdocio o a la vida consagrada; sostiene un tipo de formación racional en la que las ciencias humanas tienen, por derecho propio, mucho que aportar  en las tareas formativas; subraya la necesidad de la formación  de la conciencia  como verdadero camino para cualquier método pedagógico, religioso o moral que pretenda ayudar al ser humano y al creyente; y confía su fe en el  amor y en la capacidad de gozar de la belleza de Dios y de todo lo creado, especialmente del hombre.

Desde estos parámetros, el autor escribe esta obra que podemos considerar prácticamente como un libro de texto no sólo por la sistematización y orden de los temas tratados, sino también por la oferta de medios de utilización práctica que presenta, como enseguida veremos.

En un primer capítulo  analiza el tema de la formación de las nuevas generaciones: una formación abierta hacia el futuro al tiempo que se apoyada en las bases fundamentales del Evangelio a fin de poder vivir en profundidad humana y cristiana el misterio de Dios y de la vocación.

En los capítulos siguientes  nos ofrece  de forma sistemática y cronológica la doctrina de la Iglesia sobre el uso de la psicología en la formación (c. 1); describe las etapas de la formación (c.3); la contribución de las teorías psicodinámicas y de la psicología evolutiva (c.4);los elementos que aportan las teorías  cognitivas, psicosociales y la neuropsicología (cc.7,8 y 9) . En cada uno de ellos reflexionando temas concretos: los diversos modelos formativos, la vida en comunidad, la figura y tarea del acompañante, la afectividad, el mundo de las emociones y todo ello aplicado al campo formativo concreto al que se refiere.

El capítulo 10 lo dedica a una presentación  de la escuela de Rulla y sus resultados, pasando en el capítulo siguiente a  tratar algunos casos  que presentan especial dificultad en la formación por diversas razones: la base que traen de la estructura familiar de procedencia, la homosexualidad, la inserción en el mundo de la droga o la presencia de deficiencias mentales; repetimos, siempre aplicado al campo de la formación sacerdotal o religiosa.

De especial interés puede ser para muchos lectores el capítulo 12 dedicado a  la figura del formador; en él se ofrece una descripción de los distintos tipos, el perfil ideal de formador, la verdadera actitud formativa, el diálogo formativo y los criterios a tener en cuenta para la selección de quienes se van a dedicar a esta tarea así como a la formación de los mismos.

Termina el autor con un capítulo, el 13 que titula: construir una generación mejor. El objetivo propuesto es un verdadero reto. Parte de la idea de que muchos formadores, especialmente si son mayores, piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor. Tal vez tuviera que insistir en que tampoco se puede garantizar con seguridad plena  que los actuales son mejores y con valencia universal y duradera. Pero prevalece el deseo de animar críticamente a los formadores en su camino de acompañamiento y en la conciencia  firme de que están realizando una tarea humana y religiosa de gran valor y urgencia para la Iglesia. Ofrece una descripción de las cualidades y virtudes que deben acompañar al sacerdote y al religioso: hombre/mujer de búsqueda, humilde,  samaritano, amigo y necesitado de amistad. En los aspectos referidos a la vida consagrada sigue a Cencini, subrayando su carácter profético y se interroga sobre el tema de la refundación.

Una amplia y actualizada bibliografía  completa el volumen , aunque en los aspectos referidos al sacerdocio se aprecian algunas ausencias en la cita de Ratios como la Española y algunas de Iglesias de América Latina muy bien estructuradas; así como de algunos  autores de gran relieve en este campo como Greshake, Rubio Morán, Sánchez Chamoso,  Esquerda Bifet  y otros. Se deja notar la preferencia y el dominio del campo de la vida religiosa, por otra parte explicable por su procedencia “familiar”.

He indicado, y para subrayarlo lo dejo para el final, el gran valor de las secciones que titula “Alegato” al final de cada capítulo.  Me parece una aportación impagable para los formadores quienes, normalmente bien preparados teóricamente, necesitan instrumentos para responder a los cómos en su tarea de formación y acompañamiento. Por ello, hablar de: leyes de la vida afectiva, test de autoconocimiento, criterios  de salud y de madurez psíquica, desarrollo personal aplicado al candidato al sacerdocio o a la vida consagrada, métodos de relajamiento como ayuda terapéutica, el proyecto de vida personal, la valoración psicológica del candidato, programas de formación para el celibato y otros me parecen de un gran valor como instrumentos al alcance de la mano de los formadores.

Como resumen diría que es un libro de texto que debe conocer y tener cerca  un formador de sacerdotes o de religiosos/as. En el volumen encontrará teoría formativa y medios prácticos de realizarla o de saber cuando y como debe acudir a los expertos y el valor que a sus informes debe conceder sin renunciar nunca a su responsabilidad de estar cerca de las decisiones de cada uno de los candidatos.

                                                                                                          Lope Rubio Parrado Roma