LIBRO VOCACIONAL RECOMENDADO
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Dirigido por: Borile, E. – Cabra, L. – Magno, V.

            Edición española dirigida por Luis Rubio

DICCIONARIO DE PASTORAL VOCACIONAL

Ediciones Sígueme, Salamanca 2005, 1170 p.

            Con profunda satisfacción presentamos este Diccionario de pastoral vocacional, el primero y único en esta área, que acaba de editar primorosamente la editorial Sígueme, y de cuya edición española fui encargado amablemente por los actuales responsables de la editorial.

            El Diccionario constituye una auténtica SUMA teológico-pastoral de lo que en la Iglesia –magisterio, teólogos, sociólogos, antropólogos, psicólogos, pastoralistas- se ha reflexionado sobre la pastoral vocacional a la luz de la eclesiología del Vaticano II. Y esto en una doble línea, la del “anuncio del evangelio de la vocación” (PDV 34), y la del “salto de cualidad” en la acción, ese salto que la PV, como ha constatado y reafirmado el reciente Congreso Europeo de Vocaciones, siguiendo en esto la consigna del llorado Juan Pablo II, ha experimentado y debe continuar realizando.

            La dirección italiana del Diccionario tuvo buen cuidado de mantener el equilibrio en la selección del centenar y medio largo de términos –y se puede afirmar también en la redacción de cada uno de ellos-, entre la orientación “teórica”, de reflexión, y la orientación “práctica”. Es verdad que no se ofrecen ni recetas ni materiales, impropios de un Diccionario, pero sí elementos abundantes tanto en el orden antropológico como en el teológico y pastoral para que en toda acción apostólica se pueda inyectar “cultura vocacional” en este contexto social de tan marcado matiz antivocacional, así como “perspectivas estratégicas, soluciones tácticas, metodologías de actuación”, que estimulan, iluminan y orientan la acción específica a favor de las vocaciones.

            Cada término está estructurado contemplando las perspectivas bíblicas, teológicas, psicológicas, antropológicas, socioculturales y pedagógico-pastorales.

            Como colaboradores fueron elegidos “los expertos mejor titulados y acreditados en este tema” (p. 19), la mayor parte italianos, aunque hay varios no italianos residentes por lo general en Roma.

            La traducción española fue hecha en su mayor parte por José María Hernández. Las páginas que faltaban, que eran aún bastantes, fueron traducidas por mí, con la a yuda de Vicente Hernández y de Pablo García.

            En esta edición española se ha hecho un gran esfuerzo de adaptación al contexto español e iberoamericano. Para ello, en primer lugar, se suprimieron varios artículos que se centraban casi exclusivamente en la realidad italiana. En segundo lugar, se corrigió, adaptó y enriqueció la bibliografía de todos los artículos incorporando las traducciones españolas existentes de las obras citadas y añadiendo una selección de los mejores estudios existentes en español y muchos en portugués-brasileño. En tercer lugar, lo que es más importante, se han incluido 16 voces nuevas, que enriquecen sobremanera no sólo el contenido sino también algunas importantes perspectivas teológico-pastorales que considerábamos que no estaban suficientemente presentes ni valoradas en el original italiano.

            Para ello solicitamos la colaboración de 17 autores españoles y americanos, y uno (el P. Cencini) que ya había colaborado en la edición italiana, todos ellos también “titulados y bien acreditados” en esta área teológico-pastoral ..

            Los que hayan visto ya el volumen habrán quedado sorprendidos gratamente de la hermosura y brillantez de la edición, tanto por la disposición tipográfica, a doble columna, el tipo de letra, que hacen la lectura fácil y agradable, como por la hermosa portada en la línea de la nueva imagen elaborada por el pintor Cristian Hugo Martín.

             Estoy bien cierto de que este Diccionario marca un hito en las publicaciones españolas sobre pastoral vocacional, al que irá siempre unido el nombre de Ediciones Sígueme y de la Hermandad de Sacerdotes Operarios, que ha hecho posible esta edición, con la colaboración económica necesaria para una obra tan costosa. Y así mismo de que no podrá faltar en la biblioteca de ningún agente de pastoral que quiera hacer efectivo en su acción apostólica eso que se ha formulado ya como principio general, a saber, que la “pastoral o es vocacional o no es auténtica pastoral cristiana”. Y estoy seguro también de que ofrecerá alimento sólido, permanente y fecundo para cuantos, en las Congregaciones religiosas o en las diócesis o parroquias, en España, Portugal y América, tienen la encomienda gozosa, luminosa y gloriosa, aunque a veces no deje de ser bastante dolorosa, de “promover, discernir, formar y cuidar las diferentes vocaciones eclesiales”.

 

Luis Rubio Morán