PANADEROS. Nunca oí ni leí esa definición, sugestiva, que da Lutero de los sacerdotes: «cocineros de los cristianos». Jorge, me gusta, mucho; el sentido, bien claro: los sacerdotes somos cocineros para la familia creyente, pues ponemos sobre la mesa el pan sacramentado, el alimento espiritual. Hermoso. Ignoro si Lutero usa en alemán «Koch», o «Bäcker». Preferiría panaderos. Cocinero, quieras que no, y con absoluto respeto al honorable cuerpo de personas ocupadas en la cocina, trae consigo referencias aceitosas. «Bäcker», panadero, hornero, templa el horno para cocer el pan. Somos algo más que «restauradores», servidores de alimentos: Fabricamos, cocemos el pan sagrado… Y lo repartimos. Hermoso pensamiento el de Lutero (Javierre).
TEST. Hubo un tiempo en que oficialmente estudié Pedagogía. Cinco cursos, cinco años. Una de las asignaturas era la de los tests. «Una batería de tests» era lo que había que administrar a los pacientes. Lo de batería siempre me cayó mal, me sonaba a guerra. Y lo de tests, peor. Por ejemplo el de Szondi: «Te ponen delante una batería de 48 postales, seis series de ocho “patibularios”, y te dicen: “Es inevitable: tienes que escoger”. ¡Nunca!». Y no digamos el Rorschach con láminas como ésta:
Con el tiempo para los futuros panaderos de los cristianos, en vez de Szondis, Rorschachs y Cia., eché mano del «Pequeño Diccionario, escrito en el corazón de Madre, para que mi Niño sepa las cosas» de José María Pérez Lozano. Me decía mucho más del corazón del futuro sacerdote.
Lo desempolvo ahora porque estoy convencido de que es revelador. Si «al mundo lo salvará la ternura», este Test Diccionario vale (JSV).
Je marche avec toi dans le vent, dans le froid,
je marche, peu m’importe, je te porte
dans mon coeur avec moi. |
AGUA. En el río, libertad. En el odre, libertad renunciada. Muchos de los tuyos, Hijo, renunciarán al camino del agua y estarán en tus odres.
ALACRANES. Están debajo de las piedras, siempre como rabiosos. Están debajo de la piel de los hombres con su ira sin sentido. Te esperan.
ÁNGELES. Las manos de Dios.
ÁRBOL. Hijo, ¿cuándo has bendecido a los árboles que no me he enterado? ¿Cuándo les dijiste que te buscaran? ¿Sabes que muchos hombres estarán así, con vocación de árbol, dispuestos a dar sombra a otros hombres y nido a los pájaros? ¿Sabes que, por dar, hasta darán la madera para el día en que tu Dolor alumbre la Alegría del mundo?
BOSQUE. Hijo, el bosque son hombres de pie. Hijo, conmigo; no vayas al bosque.
CABALLO. Si tiene alas, Hijo, se llama Tristeza. Si tiene la crin blanca, se llama Caballo Bonito.
CÁLIZ. ¡Hijo, no! ¡Aún no!
CIUDAD. La ciudad es el ruido de los hombres. De los hombres que ya no saben hablar. Que no saben hablar con nosotros.
CORAZÓN. Dureza que tienen los hombres en el mismo sitio donde Tú y yo les tenemos guardada la fe.
GORRIÓN. El gorrión es para que suene la ventana, para que se oiga el árbol.
Partout, c’est la danse, les sourires, les plaisirs.
Et moi, je m’avance en cherchant ton visage,
en tout çà. |
HIERBA. La humildad, Niño mío. Y la alegría de los que no quieren ser más.
HOMBRE. Esto es mejor que me lo expliques Tú a mí. Yo no lo entiendo. ¿Por qué amas tanto al Hombre? ¿Por qué eres Tú mismo Hombre?
JOSÉ MARÍA. Hombre con muchos niñitos que escribe estas cosas en los papeles. Hombre que quisiera ser árbol: dar fruto y sombra y crecer de abajo a arriba. Hombre.
LAGARTO. ¿Lo ves, Hijo, sobre las piedras de la tapia? ¿Los ves, al sol, palpitantes y como dormidos? Son los poderosos del mundo, con los ojos cerrados, sin vernos.
LÁMPARA. La lámpara es mi insomnio, la señal de mi vela. Es mi espera de tu hora primera y amarga y de tu hora segunda y gloriosa. Mi insomnio.
LIBRO. Cuando las palabras se mueren, Hijo, las entierran en un libro. Los libros, Hijo, nos traen el recuerdo.
LUNA. Es el reloj para la noche, el candil para tus pasos, la caridad, el ojo derecho de Moisés, la puerta de la oscuridad, el camino de los hombres solos.
LLUVIA. La lluvia es para que no salgas de casa, para que no te vayas a jugar, para que estés conmigo. La lluvia es para peinar mi alegría de verte junto a mí.
MADRE. ¡Ay, mi Niño! ¡Pero qué misterio tan grandísimo! Madre es amarte sin medida no sólo porque seas Dios, sino también porque eres Niño. No sólo porque seas panecillo de mi harina, sino porque eres tan pequeño. No sólo porque eres tan guapo, sino porque algunas veces lloras. Porque necesitas amor, manos que te cambien los pañales, cucharita para la papilla, pezón para tu hambre, sonrisa para tu llanto, cuentos para tu sueño. Madre es dar todo y no esperar nada. Madre... Hijo, a veces, pensando en lo que nos quiere, pienso que el Padre tiene corazón de Madre.
MANOS. Hijo, las manos son cuenco para el dolor. Trae tus manos, acaríciame con ellas, y di que se haga la luz en mi rostro.
J’irai d’un bon pas en chantant mes chansons.
Je sais, tu m’attends sur les pas
de ta belle maison. |
MAR. El mar es grande, Hijo, como una gran gota de lluvia. El mar es el llanto de los justos que no te han conocido y que no te verán. El mar es el ruido que hay dentro de la caracola.
MARIPOSAS. Las mariposas, Hijo, son para la luz. Las mariposas, Hijo, son los salmos del día para cantarte a Ti, Tallo de mi Primavera.
MOSCAS. No quiero a las moscas, Hijo, que entran bajo la gasa de tu cuna y te despiertan. ¡Mira que torearte a Ti, ellas, siervas de la muerte; a Ti, dueño de nuestra Vida!
NUBE. Las nubes son para que mi corazón se angustie. Las nubes son para que tengamos más deseos de ver, mañana, el cielo azul.
OASIS. José. Oasis con pan y agua y alegría.
OJOS. ¿Qué ojos, mi Niño? ¿Los tuyos? ¡La gracia para el mundo! ¿Los míos? Hambre, Hijo, hambre de tu alegría.
PALOMAS. Son el reloj para la hora de comer. Son la paz de las siestas de Mayo. Son el murmullo de mi Amor que te zurea a Ti, Niñito.
PECADO. No sé.
PERRO. Como el Dolor, Hijo, siempre fiel detrás de nosotros. Lamiendo nuestras heridas. Haciéndonos más capaces para la ternura.
QUESO. La merienda que te gusta más.
Crecí envuelto en un silencio que me daba miedo y
me acostumbraba al contacto con el misterio.
¿Fue una gracia?
¿Ha sido una circunstancia casual
que condicionó mi libertad para siempre?
Alors, tu es là, je te vois découvert.
Je vois ton visage et la table, où tu mets
deux couverts. |
RISA. En tu garganta, Hijo, la risa es como una fuentecita. Tu risa es el agua que refresca las frentes de los niños y aleja a los lobos del bosque.
SILENCIO. Lo que Tú eres. Lo que a mí me gusta cuando estás conmigo. Lo que los hombres no saben qué es.
SOL. El sol, mi Niño, es un fuego celoso de Ti. El sol, mi Niño, está hambriento de estrellas.
TIEMPO. El tiempo sirve, Hijo, para que tenga sentido la Esperanza.
TIERRA. Hijo, la tierra es para que Dios te ponga a Ti, Semillita del mundo. La tierra es para darte brasa y viento, hielo y tajo. Y luego, Tú, Espiga.
TRUENO. No te asustes, mi Hijo, cuando retumbe el trueno. Es sólo para que vengas a mis brazos.
VIDA. Esto que te late en las sienes, mi Niñito: tu sonreír y tus brazos. Y esto que me duele cada vez que tardas.
VIENTO. El aliento del mundo para tu calor. El abanico de las montañas para tu frío.
Seigneur, mon ami, tu m’as pris par la main.
J’irai avec toi, sans effroi,
jusqu’au bout du chemin.
Aimé Duval |