VERNÁ volver al indice
 

     Futuro imperfecto del verbo «venir», en su forma arcaica. Singular, tercera persona.
     Tercera persona gramatical y en este caso tercera persona de la Santísima Trinidad.
     A san Juan de Ávila —cuya memoria se celebra el 10 de mayo— le tiene que llenar de satisfacción en su palco de allá arriba ver que aquí abajo quienes preparan la venida del Espíritu Santo durante nueve días (novena) le invocan con sus mismas palabras:

     «No verná el Espíritu Santo a ti si no tienes hambre de él, si no tienes deseo de él. Y los deseos que tienes de Dios, aposentadores son de Dios, y señal es que si tienes deseos de Dios, que presto verná a ti. No te canses de desearlo, que, aunque te parezca que lo esperas y no viene y aunque te parezca que lo llamas y no te responde, persevera siempre en el deseo, y no te faltará. Hermano, ten confianza en él, que, aunque no viene cuando tú le llamas, él verná cuando vea que te cumple. Porque debes, hermano mío, asentar en tu corazón que, si estás desconsolado y llamas al Espíritu Santo y no viene, es porque aun no tienes el deseo que conviene para recibir tal huésped. Y si no viene, no es porque no quiere venir, no es porque lo tiene olvidado, sino para que perseveres en ñ este deseo, y perseverando hacerte capaz de él, ensancharte ese corazón, hacer que crezca la confianza, que de su parte te certifico que nadie lo llama que se salga vacío de su consolación».