 |
 |
 |
 |
 |
 |
|
Más que cursillo sobre pastoral de las vocaciones, aquello fue todo un curso: por la duración, por la larga lista de eminentes profesores y por los kilos de apuntes con montones de palabras en griego, alemán e inglés.
Los poderosos organizadores hasta quisieron traer, como figura estelar, a la madre Teresa de Calcuta.
La buena religiosa, temerosa quizás de que su elemental mensaje contrastase excesivamente con las oscuras disquisiciones de los eminentes profesores envió este breve telegrama:
«No creo que en occidente falten vocaciones. Más bien pienso que hay poca oración en familia».
Los alumnos opinaron unánimemente que por primera vez habían oído algo inteligible.
|
|
 |
 |
 |
 |
 |
 |
|