SUPER-VOCACIÓN volver al indice
 

     Si dices simplemente «me gusta», entienden que te disgusta. Si opinas que «bien», piensan que mal. No basta con pedir gasolina, hay que exigir «super».
     Por esto algunos «vocacioneros» ahora se sienten orondos diciendo «es que la nuestra es una super-vocación».
     El abuso de los superlativos, lacra de nuestra embustera sociedad, nos está embruteciendo lamentablemente. Y, lo que es mucho peor, está rompiendo la maravillosa unidad del cuerpo de Cristo.
     Me quedo con G. de Larigaudie cuando decía: «Tan hermoso es pelar patatas por amor de Dios, como edificar catedrales».