SOBRINOS volver al indice
 

     Es lógico que quienes consideran que san Mateo se equivocó al transcribir aquellas palabras de Jesús: «hay quienes se hacen eunucos por el reinado de Dios», no tengan ojos para ver lo que pasa en los monasterios.
     En cambio, los cristianos que saborean las palabras de Jesús disfrutan leyendo Esos inútiles..., un libro luminoso (porque para leerlo debidamente hay que iluminar el corazón con una sonrisa abierta).
     He aquí el contenido de la página 144, dedicada a una realidad repetida en los monasterios de todas las latitudes:

Fray León tiene hoy visita de su numerosa familia.
Todos «nuestros» sobrinos caracolean a la puerta de la clausura con su alegría y sus gritos.
«¿Cómo estás, Dominica? Juan Francisco, ¿cómo te las arreglas para crecer tanto?».
Aunque muchos no lleguen a enterarse nunca, todos los monjes se han endomingado hoy en su corazón.

     Si algún sociólogo se anima un día a hacer una estadística sobre los sobrinos, que no olvide, por favor, los super-numerosos sobrinos de los buenos monjes de corazón endomingado.