PRECARIO volver al indice
 

     —¿Y su salud?
     —Asaz precaria.
     Sí, era algo redicho aquel buen ateo.
     Sonreí.

     Pasó más de un mes. Me dijeron que había empeorado. Volví a verle.
     —¿Y su salud?
     —Más precaria todavía.
     —¿Es que reza usted más que antes?
     —¿Cómo? No, yo no rezo nunca.

     Preferí cambiar de tema, derivar hacia el tiempo. Porque si le explico la etimología, seguro le da un síncope.
     (Precario viene de la palabra latina «precarius»: lo que se obtiene con súplicas. Porque prex, precis significa oración).
     Está bien que los ateos inconscientemente usen palabras orantes. Dios tiene que escucharlas como si olieran a perfume de violeta.