OASIS volver al indice
 

     Dicen que el mundo está lleno de odio, que todo lo llena la lucha de clases.
     No es verdad. En el mundo hay muchos oasis de amor. Me gusta coleccionar postales de oasis.
     Vea el lector estas dos postales (estas dos frases). La primera es de una joven viuda. La otra de un señor que murió en 1883.

     I. «Le quiero y seguiré queriéndole siempre. Mi amor no depende de la presencia ni del tiempo. Siempre ha sido así. A pesar de tiempos muy oscuros y a pesar de momentos en los que pensaba no quererle más. Sigo enamorada. Y usted sabe que es inútil discutir con los enamorados. Es así. En el libro Qué es la vocación dice usted: "El tiempo no cura nada". Tiene razón».

     II. «El amor, no hacia el ser de Feuerbach, no a las reacciones químicas de Moleschott, no al proletariado, sino el amor a la amada, a ti en concreto, es lo que hace del hombre un hombre».
     Esta frase, sacada de una de las más bellas cartas de amor que jamás se hayan escrito, la escribió a su mujer, el 21 de junio de 1856, a los trece años de casado, Karl Marx.