GUANCHE volver al indice
 

     No me refiero a ninguno de los individuos de la raza que poblaba las islas Canarias al tiempo de su conquista sino a un... joven canario actual.
     Fue durante unos ejercicios espirituales. Pregunté al grupo, unos veintitantos muchachos de final de bachillerato, qué les parecía que le faltaba y le sobraba al catolicismo actual.
     Las respuestas fueron múltiples, pero destacó por su violencia la de quien habló del contrasentido de las riquezas de la Iglesia (allí al lado estaba el santuario de la patrona de la isla, recubierta de suntuosos obsequios del pueblo).
     Con furia telúrica le interrumpió mi guanche: «Estoy harto de oír hablar contra las riquezas de la Iglesia a los hijos de papá que viven en casas de lujo, tienen coches a granel y no se privan de nada. ¿Es que tú no eres Iglesia?».
     ¡Qué lección de eclesiología tan inesperada!