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ETAPA II: MADURACIÓN DEL VALOR VOCACIONAL::DIFICULTADES VOCACIONALES

 

JUAN CARLOS MARTOS

 

CONTENIDOS

 

 

              La ambivalencia de los signos de la llamada, el riesgo que supone proyectar de cara al futuro y el miedo a los compromisos definitivos y estables acecharán continuamente a la buena voluntad del candidato y se harán presentes sobretodo en momentos donde hay que arriesgar en un camino, invitando a dejarlo, con aparentes razones que prenden la conciencia. Indicamos algunos casos de dificultades que suelen plantearse con cierta frecuencia:

 

  • Miedo a profundizar más hasta llegar a ver con más claridad la propia vocación. Se usa la táctica del avestruz (taparse los ojos) o la del calamar ("manchar de tinta" la propia conciencia.

 

  • Esgrimir razones para dejar para más adelante la decisión vocacional. No se trata de quemar etapas, sino de no querer poner los medios necesarios de respuesta.

 

  • Tendencia a reemplazar la opción vocacional por actividades sustrayendo los intereses profundos de la vida y el ritmo existencial. De esa manera la opción vocacional no es lo más importante.

 

  • Percibir el radicalismo de la llamada y de sus consecuencias como algo optativo y voluntario que no afecta a lo nuclear cristiano. No se puede racionalizar o igualar por abajo las exigencias evangélicas.

 

  • Excusarse en dificultades profesionales, familiares y ambientales. En el fondo puede darse una falta de afirmación del propio "yo" o bien, una falta de radicalismo evangélico.

 

  • Esperar a tenerlo todo muy clarito para actuar en consecuencia. No es propio de la fe el basarse en una acumulación de datos y de argumentos que proporcionen evidencias, sino el salto de la fe, de la confianza y de la generosidad.

 

  • No haber personalizado suficientemente la llamada del Señor, quedándose en meros aspectos doctrinales, moralizantes y anecdóticos. Quien ha recibido el Evangelio no puede seguir igual. Quien ha sentido la llamada, se siente urgido a un cambio.

 

  • Espiritualizar el seguimiento y la vocación. Dejar la vocación como algo meramente teórico, sin aterrizar en comportamientos y conductas de ruptura con ambientes, ideologías, valores... que van en contra del Reino y que puedan retardar las exigencias totalizantes que comporta la vida consagrada.

 

  • Miedo a elegir por cerrar otros caminos. Sin precipitar decisiones ni adelantar compromisos, ir ofertando una pedagogía del compromiso continuado. No elegir es no comprometerse, y por lo tanto, no madurar.

 

  • Empeñar todo por el Reino, pero quedándose con lo más importante. Se trata de comprometer todos los aspectos de la propia vida (la carrera, el uso del dinero, las vacaciones, las pertenencias... etc.).

 

  • Instalarse en la admiración espiritual, como una especie de "obesidad espiritual" (acumulación sin asimilación) de experiencias religiosas, que nunca llegan a cristalizar en respuestas comprometidas.

 

  • Las prisas de los acompañantes vocacionales, que a veces pueden llevar a confundir la ILUSION VOCACIONAL con la APTITUD y ACTITUD vocacionales.

 

  • La falta de una adecuada iniciación en la oración, como algo secundario, postizo, formulario, superfluo en definitiva. Es una tarea propia del acompañante vocacional iniciar e instruir en la oración personal y sacramental.
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INTERVENCIONES PEGAGÓGICAS

 

Esta ficha, dirigida en primer lugar a Agentes de Pastoral Vocacional, puede utilizarse con los candidatos, a modo de explicación pormenorizada de las dificultades frecuentes con las que pueden toparse en los momentos en los que va acercándose el momento de la decisión.

 

LECTURA Y ASIMILACIÓN DEL DOCUMENTO

 

  • Leer atentamente el documento. Aclarar las palabras o expresiones que no se entiendan o se ignore su significado en el contexto. Después ir señalando con un lápiz:

 

    • Lo que no entiendes (¿)
    • Lo que te parece que sobra (+)
    • Lo que falta, según tu opinión (-)
    • Lo que subrayas como más importante de todo (_)

 

  • Indica cómo se presentan las dificultades, en qué momentos, debido a qué causas, cómo se suele reaccionar ante ellas,...
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  • PEDAGOGÍA DEL ACOMPAÑAMIENTO DE LAS DIFICULTADES VOCACIONALES
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  •           La pedagogía del acompañante frente a estas resistencias y dificultades vocacionales tendrán que tener en cuenta una serie de premisas desde las que actuar, de manera que su tarea pueda ser lo más eficaz posible. Enumero algunas pautas de acción educativa que considero interesantes:
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  • Lo primero, detectar con suficiente claridad la dificultad que presenta el candidato en el momento de dar el paso que se le propone.

 

  • En segundo lugar, llevar al candidato a entender cómo su dificultad entra en colisión con la llamada del Señor que ha ido entreviéndose. Para ello, conviene que el acompañante perciba que no se trata de convencer con argumentos al candidato para que se decida, sino de colocarle delante del Señor que llama.

 

  • Aunque el acompañamiento vocacional no es una terapia de tipo psicológico, conviene tener en cuenta los datos que puedan aparecer y que se vea que son propios de esta zona de la conducta:
    • Ayudar a integrar esa problemática, dejando que se verbalice y exprese.
    • Ayudar a que haga una lectura teológico-espiritual de la misma, de manera que sea el candidato quien llegue a dilucidar y entender la respuesta que debe dar a Dios.

4.  Para poder acceder a un trabajo de este tipo, obviamente se tienen que dar, aunque sea en grado mínimo algunos requisitos en el candidato, que posibiliten la pedagogía del acompañante:

  • Aceptar la disciplina del acompañamiento con lo que comporta de apertura, continuidad, docilidad...
  • Voluntad de conocerse a sí mismo, aunque de entrada no sea muy intensa.
  • Abrirse al propio mundo interior, de manera progresiva y no selectiva.
  • Humildad frente a sí mismo (frente a lo positivo, a lo negativo, a las grandes cosas, a los sufrimientos del pasado,...)
  • Determinación de progresar ya que "todo organismo está animado por una tendencia intrínseca a desarrollar todas sus potencialidades y a desarrollarlas en modo de favorecer su conservación y enriquecimiento" (C. Rogers)