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OBSERVATORIO PASTORAL: LAS VOCACIONES EN AMÉRICA LATINA
En el último quinquenio 2000-2005, Nicaragua y Guatemala
presentan los mayores índices de crecimiento en sacerdotes
diocesanos; mientras que Cuba, Bolivia y, sobre todo, Paraguay
presentan índices de crecimiento muy significativos de sacerdotes
religiosos. El Padre Alexis Rodríguez Vargas, del Equipo de Apoyo del Observatorio
Pastoral y Secretario Ejecutivo del Departamento de Vocaciones y Ministerios-DEVYM del
CELAM, presenta un interesante análisis sobre el crecimiento y la disminución de
vocaciones en los diversos países del Continente, teniendo en cuenta el Documento de
Aparecida. Afirman nuestros obispos reunidos en Aparecida:
Para la Iglesia Católica, América Latina y El Caribe son de gran importancia, por su
dinamismo eclesial, por su creatividad y porque el 43% de todos sus feligreses vive en
ellas; sin embargo, observamos que el crecimiento porcentual de la Iglesia no ha ido a la
par con el crecimiento poblacional. En promedio, el aumento del clero, y sobre todo de
las religiosas, se aleja cada vez más del crecimiento poblacional en nuestra región41.
(DA 100 a). La nota al pie de página que comenta el número anterior (No. 41) dice: Mientras en el
período 1974 a 2004, la población latinoamericana creció casi el 80%, los sacerdotes
crecieron 44.1%, y las religiosas sólo el 8%. Cf. Annuarium Statisticum Ecclesiae).
Esta constatación de nuestros obispos ha motivado al DEVYM a reflexionar más sobre las
estadísticas del Annuarium. Gracias al Fr. Francis Bonnici de la Pontificia Opera Vocazioni
Sacerdotali de la Sagrada Congregación para la Educación Católica podemos presentar las
estadísticas del 2000 al 2005 en 22 países del Continente. Esta información cuantitativa debe
motivar al análisis cualitativo que cada país puede hacer acerca de su propia realidad.
Para los 22 países se presentan datos del 2000 al 2005 que, para cada año, incluyen: cantidad
de sacerdotes diocesanos, el número presbíteros ordenados, sacerdotes fallecidos y los que
abandonaron el ministerio, número de sacerdotes religiosos, número de “religiosos laicos”,
total de religiosas, seminaristas diocesanos y seminaristas religiosos.
Antes de compartir las estadísticas, señalamos algunos detalles que pueden fomentar el
análisis.
• Si bien el crecimiento señalado por el DA en el número de presbíteros entre 1974 y
2004 es de un 44.1%, para los 22 países analizados entre 2000 y 2005 es de un
11.93% en sacerdotes diocesanos (de 37884 a 42405) y un decrecimiento del 0.996%
para sacerdotes religiosos (24186 a 23945). Algunos países presentan datos
interesantes en este particular Nicaragua (44.94%) y Guatemala (41.11%) presentan
los mayores índices de crecimiento en sacerdotes diocesanos. Por el contrario algunos
países decrecieron en este rubro: Puerto Rico (4.01%), Paraguay (0.56%) y Uruguay
(0.45%). En el caso de sacerdotes religiosos, el decrecimiento fue generalizado, por
ejemplo en Belice se redujeron en más del 40% y en Guatemala más del 20%. Se dio
un crecimiento significativo en Cuba (11.54%), Bolivia (10.44%) y sobre todo en
Paraguay (80.14%, dónde se pasó de de 428 a 771 sacerdotes religiosos entre 2000 y
2005).
• Estableciendo una relación entre número de ordenaciones sacerdotales con el total de
muertes y de abandonos para el período en estudio, se da un porcentaje de casi 40%,
o sea por cada 10 sacerdotes que se ordenaron entre 2000 y 2005, murieron o dejaron
el ministerio casi 4 (9132 contra 2426 + 1080). Los extremos se presentan en dos
países vecinos entre sí, Costa Rica ordenó 47 presbíteros y perdió 48 (31 defunciones
y 17 abandonos) mientras que Panamá tuvo 36 ordenaciones y sólo perdió 3 (0
defunciones y 3 abandonos).
• El número de religiosos laicos creció en República Dominicana 138.46 % y en Costa
Rica 110.64%, pero en total, en todos los países juntos, creció menos del 5% (pasó de
8623 a 9044) y tuvo decrecimientos significativos en Nicaragua (casi 60%), Belice
(40%) Puerto Rico (arriba del 30%) y Honduras (22.86%).• El número total de religiosas pasó de 126287 en el 2000 a 127439 en 2005, lo que
implica un pobre crecimiento de 0.91%. Los países en que mayor decrecimiento hubo
fueron Uruguay (23.73%) y Panamá (23.50%), por el contrario el mayor crecimiento
se dio en Haití (casi70%).
• El tema de seminaristas también ofrece resultados dignos de análisis. El crecimiento
porcentual en el número de seminaristas diocesanos en el período 2000 – 2005, es de
6.15%, casi la mitad al crecimiento en el número de sacerdotes (11.93%), mientras
que el decrecimiento en el número de seminaristas religiosos (1.82%, de 10216 a
10030), casi dobla el porcentaje de disminuciones de ordenaciones de religiosos
0.996%). En algunos países (Argentina, Ecuador y México) decrecieron tanto el
número de seminaristas religiosos como diocesanos. En otros (Brasil, Honduras,
Perú, Puerto Rico y Venezuela) aumentaron ambos. El decrecimiento más
significativo en seminaristas diocesanos se dio en Panamá que perdió 32.20% de
seminaristas, en el caso de religiosos fue en Cuba, que disminuyó más del 50%. Por el
contrario, el crecimiento mayor se da en Paraguay (53.74% más de seminaristas
diocesanos) y en Panamá (88.23% más de religiosos).
• En los 22 países abandonaron el ministerio 1080 sacerdotes entre 2000 y 2006, sólo
en Belice y en Puerto Rico no se dieron abandonos.
• En todos los países se presentan datos tanto positivos como negativos. No hay un solo
país en que todos los datos reflejen exclusivamente crecimiento o decrecimiento. Pero
por ejemplo Cuba mejora en todas sus estadísticas salvo en seminaristas religiosos y
Argentina decrece en todos sus números excepto en total de sacerdotes diocesanos.
• Brasil, México y Colombia son los países que mayor cantidad de ordenaciones
tuvieron, pero en el caso de México en 2005 tenían casi 200 seminaristas diocesanos
menos que en el 2000 (5064 contra 5246) y más de 200 seminaristas religiosos
menos (1580 contra 1813). Los datos que a continuación compartimos, significan muy poco en sí mismos. Por tanto lo
importante es el uso que los agentes de pastoral hagan de ellos. Por tanto en cada caso se
tendrá que ver que factores sociales, políticos, económicos, culturales y religiosos se
relacionan con las estadísticas vocacionales que se presentan. Otros aspectos que inciden en
la interpretación y que varían en las diversas situaciones específicas, tienen que ver con la
vivencia de la Iglesia local, así por ejemplo, el hecho de que una congregación religiosa
trasladara sus centros de formación de un país a otro aumenta o disminuye el número de
seminaristas en cada uno. No basta el análisis cuantitativo, los números de sacerdotes
ordenados no indican como ha sido su formación, tampoco señalan si están distribuidos
equitativamente en un país. El presente informe no ofrece conclusiones de la situación vocacional de los distintos países,
tampoco busca explicar las tendencias a las que responde el aumento o la disminución en los
números presentados. La explicación responde a situaciones multicausales que varían de
nación en nación. Buscar relaciones simplistas causa-efecto ocultaría la compleja trama
social que se entreteje en las cifras presentadas. Por tanto las interpretaciones válidas serán
las que hagan en su contexto concreto los diversos agentes de pastoral.
Finalmente les invitamos a que al mirar cada dato recuerden como éste corresponde a
personas únicas e irrepetibles, con alegrías y dolores, discípulos y misioneros que tratan de
servir a Cristo en realidades concretas y diferentes. Hijas e hijos de la Iglesia respondiendo a
su vocación de santidad aquí y ahora. Por tanto, en las siguientes páginas cada cifra es más
que un número, es el reflejo de una persona concreta. Así por ejemplo, al descubrir que 1080
sacerdotes dejaron el ministerio entre 2000 y 2005 pueden venirnos a la mente rostros
conocidos, pero sobre todo debe entrar en nuestro corazón la pregunta de qué hicimos por
ellos y cuál es nuestra responsabilidad actual como Iglesia por ellos y sus familias, o al
entender cuantos miles de jóvenes se preparan en nuestras casas de formación debemos
cuestionarnos como orar al dueño de la mies por ellos y como apoyar de manera concreta sus
procesos de formación como discípulos misioneros. Pasemos a ver los datos.
Remitimos a otro lugar de esta misma web
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