LIBRO VOCACIONAL RECOMENDADO
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ALEJANDRO FERNÁNDEZ BARRAJÓN

BRISA Y ARENA

Paulinas, Madrid 2007 , 282 páginas

 

Después de haber publicado en 2006 el libro "Clamor comprometido", Alejandro Fernández Barrajón nos ofrece ahora este nuevo libro.

Tratando de describir el momento actual de la vida consagrada, el autor lo hace a través de esos símbolos cercanos de la brisa y la arena. Nos dice que "toda una eternidad lleva la arena intentando formar una duna y no acaba de conseguirlo por culpa de la brisa. En el alba y en el crepúsculo hay siempre una brisa rebelde que provoca a la arena a salir de su propia duna, de su playa, de su desierto y la empuja a volar y a salir hacia otros lugares lejanos".

En ciertos momentos la brisa parece apagarse y entonces la arena se queda prendida en su duna y se olvida de que está convocada a salir más allá.

Con esta simbología, el autor nos recuerda que la brisa llegó en Pentecostés como un viento recio y nada ha sido igual desde entonces. Desde la realidad de Pentecostés nos resulta más fácil entender la figura de Elías refugiado en su cueva, con miedo, con dudas, con sueño...y cómo la brisa le convocó a salir a la vida, a dejar la cueva de sus miedos para sentir en su cara la luz cegadora de Dios que pasaba. Y allí estaba Dios.

El autor proyecta esta imagen a la vida consagrada. La vida consagrada está refugiada en su cueva. En la cueva de sus tradiciones seguras y fuertes, de sus verdades probadas a fuerza de siglos, de sus seguridades amontonadas y herrumbrosas. Está pasando el huracán, el terremoto, el fuego...y allí no estaba Dios. Sólo una brisa suave es preludio de algo que viene, de algo que nace, de algo que tiene que morir necesariamente. Hace falta una brisa urgente, un pentecostés recio, una sacudida de Dios que despierte de la modorra de una vida consagrada que no engendra vida y es cada día menos consagrada. La vida consagrada está convocada a ser oasis de Dios en medio de la sequedad de nuestra modernidad que oculta el nombre de Dios, que lo relega, lo margina, lo ignora.

 

Me he fijado más en el primer capítulo. Pero, como apreciación global del libro, diré que el lenguaje de sus once capítulos y una carta de amor a la vida consagrada es agil, cercano y con la garra que suele encerrar siempre el lenguaje simbólico. Desde un optimismo que nunca oculta, a pesar de las muchas dificultades, invita a construir familias religiosas en las que no falte frescor, calidez humana y sentido de hogar. En definitiva, la vida consagrada siempre tendrá que ser profética. Profética porque la centralidad de la vida de los consagrados es y será Cristo, que nos invita a mantener vivo y actualizado el espíritu de los fundadores y un sentido profundo de la eclesialidad.

Este es el contenido del libro:

1. Parábola. Brisa y arena

2. Una gloriosa historia que contar

3. Luces y sombras de la vida consagrada. La crisis actual

4. Ser familia religiosa: tarea y proceso

5. La vida consagrada: experiencia de encuentro

6. La profecía de la vida consagrada

7. El carisma de la vida consagrada

8. La renovación de la vida consagrada desde el concilio Vaticano II

9. Una nueva vida consagrada está brotando, ¿no lo notáis?

10. El impacto de la vida consagrada

11. Repartió su hacienda. Sobre la problemática vocacional (Lc 15, 12)

Carta de amor a la vida consagrada

 

En ningún momento podemosperder de vista que la vida consagrada seguirá ahí como interrogante y alternativa, como signo y respuesta para cuantos quieran bucear por las aguas del misterio de Dios o del sentido de la vida.

 

Alejandro Fernández Barrajon es religioso mercedario y actualmente presidente de CONFER España