LIBRO VOCACIONAL RECOMENDADO
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Paola Giovetti

BRÍGIDA DE SUECIA

Palabra, Madrid 2005, 192 páginas

De vez en cuando es bueno presentar algunas biografías religiosas. Son verdaderos modelos vocacionales que ofrecen directrices de vida a aquellos que se acercan en búsqueda de orientación vocacional a través de lo que ha sido la personalidad de los santos y la manera de llevar adelante su misión.

Hoy traemos a este apartado de la web a santa Brígida de Suecia (1303-1373), biografía escrita por la gran periodista de Florencia, Paola Giovetti. Su experiencia biográfica siempre es una garantía y así lo confirmo después de haber leído el libro. Se lee fácilmente y ofrece una lectura agradable y estimulante.

Y no podemos olvidar que fue declarada patrona de Europa por Juan Pablo II (1 de octubre de 1999), junto a santa Catalina de Siena y a Edith Stein. La elección ya supone una personalidad significativa en la realidad, tan polémica en la actualidad, de lo que es y quiere ser la ya muy rodada Europa. Y así motivaba esta elección Juan Pablo II en aquel momento: “al proponerla como patrona de Europa, pretendo que la sientan cercana no solamente quienes han recibido la vocación a una vida de especial consagración, sino también aquellos que han sido llamados a las ocupaciones ordinarias de la vida laical en el mundo y, sobre todo, a la alta y difícil vocación de formar una familia cristiana”.

Fue una mujer ciertamente valiente en las diversas expresiones de su vida: esposa, madre, fundadora (de las Brígidas), consejera, peregrina, renovadora …No es de extrañar que la escucharan muchos soberanos y eclesiásticos, también consultada sobre problemas graves como podía ser el de la separación de Avignon. Y en su afán por exigir la vuelta del Papa a Roma, que estaba entonces en Avignon, no duda en trasladarse a esta ciudad, desde donde realizará numerosas peregrinaciones a lugares santos- llegando incluso a ir a Tierra Santa- y donde encontrará la muerte. Tampoco pues resulta extraño el que fuera canonizada poco después de su muerte (sólo habían pasado 18 años). Tenía fama de santa por doquier. Por eso su proceso de canonización lo iniciaron pronto su hija Catalina, los sacerdotes que estaban cerca de ella, Alberto I de Suecia y Juana de Nápoles. Tres Papas prepararon la canonización: Gregorio XI, Urbano VI y Bonifacio VIII. Este último la canonizó.

En este libro la autora no sólo nos da un retrato atrayente de la gran figura de esta santa escandinava en sus diversas facetas de vida, sino que también nos ofrece extractos de sus Revelaciones (los ocho libros) y de las Actas del proceso de canonización. Son muy interesantes. Ahí podemos ver que trabajó mucho por la renovación de la Iglesia y del clero.

Recomiendo la lectura de este libro, ciertamente sencillo y con una gran carga de frescor de vida. Ella era, como le gustaba decir, “la mensajera de un gran Señor”. Ahí veía el fundamento de su vocación: mensajera y enviada.

(Francisco Lansac)