TELE volver al indice
 

      —Voy un rato a la tele, decía con frecuencia.
     Y desaparecía discretamente.
     Empecé a dudar de sus palabras. ¿Cómo podía ser verdad si no había emisión a aquellas horas? Además, se notaba que no conocía ningún locutor ni actor de la pequeña pantalla.

     —Y usted, ¿por qué miente?
     —¿Quién? ¡Yo no miento!, me contestó sin apartar la mirada.

     Le observé.
     Me di cuenta de que pasaba largos ratos en la capilla.
     Al fin comprendí: no hablaba de televisión sino de teleoración.
     Aquel buen anciano había sido profesor de griego. Sabía que la palabra tele significa «lejos», «a distancia».
     Si teléfono quiere decir que transmite la voz desde lejos, si telégrafo equivale a transmitir desde lejos despachos escritos, si televisión corresponde a transmisión de imágenes desde lejos, ¿por qué no tenía derecho a emplear la teleoración para hablar al Padre de los hermanos lejanos?