DONNE volver al indice
 

     Mis amigos dicen que escribo corto. Y es verdad. Pero que soy puntual en contestar las cartas. Y también es verdad.
     Casi siempre. Ya que ahora he retrasado la respuesta porque sé que las palabras escritas sirven de poco.
     Preferiría estar a su lado, andar despacio, en silencio, mirando juntos las hojas amarillas-granate, arrastrando los pies en la densa alfombra crujiente.

     «El viernes, día 20, murió instantáneamente un hermano de Mónica, Mauricio; treinta y cinco años, lleno de cualidades, notario público, casado, con dos hijos».

     Quizá tras largas horas de compartir el silencio y compartir en silencio sería capaz de hablarle de John Donne, poeta y teólogo inglés, nacido en Londres hace más de cuatro siglos.
     Y de su mano decirle que si «la muerte de cualquier hombre nos disminuye, porque estamos ligados a la humanidad», la vida que crece en ella prolonga misteriosamente a Mauricio; que ni en la negrura ni en la luz «nadie es una isla, completo en sí mismo»; que urge mirar al cielo y sonreír para que dentro de poco descubramos todos unos ojos azules recién nacidos.

     Posdata. Inés, la sobrina de Mauricio, nació el 22 de febrero. Llora poco y ríe mucho. Gracias a Dios.