DIVERGENCIA volver al indice
 

     A cierta edad, el dolor físico, que tanto nos asustaba de pequeños preocupa menos. No digo que guste, porque el dolor siempre es molesto, siempre disgusta. Pero sí queda a un nivel relativamente secundario frente al sufrimiento moral de la falta de sintonía.
     Para un profesor que trate de pensar, que intente enseñar a pensar sobre todo, el distanciamiento intelectual de parte de sus alumnos es algo dolorosísimo.
     Me ha sorprendido este pensamiento que leo en las memorias de un gran político (Francisco Cambó): «En el fondo no había ninguna divergencia doctrinal. Nos separaban esencialmente divergencias temperamentales, que son las que más profundamente separan a los hombres y a los pueblos».
     Quizá tenga razón.