EJEMPLO SACERDOTAL

Sacerdotes de Mallorca dan 24.000 euros a Caritas
Respuesta a la propuesta del obispo de dar parte de su paga extra

BENEDICTO XVI: LA FORMACIÓN ESPIRITUAL DE SACERDOTES Y SEMINARISTAS, UNA PRIORIDAD

En la visita “ad limina” de los obispos del Oeste de Brasil

 

TAMBIÉN EN SHANG HAI SE INVOCA A MARÍA PARA TENER NUEVOS Y SANTOS SACERDOTES

Shang Hai– Más de 300 fieles de la diócesis de Shang Hai se han reunido el día 5 de septiembre en el Santuario mariano de She Shan. Se ha invocado especialmente a Nuestra Señora para pedir "nuevos y santos sacerdotes" como ha indicado el obispo en este año sacerdotal.

 

ARTÍCULO RECOMENDADO SOBRE EL SACERDOCIO

Recomendamos este artículo en inglés que con motivo del año sacerdotal ha escrito el obispo Greg O’Kelly SJ de la diócesis de Port Pirie, Australia. Pueden verlo en una de las secciones de nuestra página web.

leerlo

 

SEMANA VOCACIONAL EN COSTA RICA

 

Desde el 6 al 13 de septiembre se está desarrollando en la diócesis de San José de Costa Rica una semana de oración por la santificación de los sacerdotes. La iniciativa tuvo lugar dentro del Año Sacerdotal proclamado por Benedicto XVI. Se concluye el día 13 con la Jornada del Seminario. El día 10, en todas las iglesias parroquiales y comunidades religiosas de la diócesis se celebró una hora santa por la santificación de los sacerdotes.

BENEDICTO XVI: "LA PRESENCIA DEL SACERDOTE ES INSUSTITUIBLE"

Discurso al segundo grupo de obispos brasileños en visita “ad limina” el 16 de septiembre 2009

 

 

TEST DE ESTIMA SACERDOTAL

 

Propuesto por el obispo de Palencia, monseñor José Ignacio Munilla


Con motivo del año sacerdotal, convocado por Benedicto XVI, monseñor José Ignacio Munilla, obispo de Palencia (España), ha presentado un test de "estima sacerdotal" que sirve para valorar el aprecio por los presbíteros.

"Algunos han podido pensar equivocadamente que un Año Jubilar Sacerdotal es una cuestión interna del ámbito clerical. ¡Ni mucho menos!", reconoce el obispo.

"En realidad --añade--, cuando alguien se acerca a un sacerdote con verdadero deseo de encontrar a Dios, está contribuyendo, sin darse cuenta, a la fidelidad de ese sacerdote y a la promoción de las vocaciones sacerdotales".

"¿Valoramos el sacerdocio y queremos a nuestros sacerdotes?", pregunta el prelado. Para responder a esta pregunta, "con un poco de humor", pero también bastante profundidad, el obispo presenta esta autoevaluación 

 



* * *

1.- ¿Has rezado últimamente por tu párroco, por tu obispo o por el Papa?

a. Ni siquiera sé cómo se llaman.

b. En la Misa ya se suele pedir por ellos, y yo me sumo a esa petición.

c. Lo hago todos los días en mi oración personal.

2.- ¿Has abierto tu conciencia a un sacerdote, confiando en que pueda ayudarte en tus problemas?

a. Cada uno tiene que solucionar sus problemas.

b. "Cuatro ojos ven más que dos"... Siempre es conveniente escuchar y acoger los consejos de quien pueda ayudarnos.

c. La mayor ayuda que he recibido de un sacerdote ha sido cuando sus consejos venían unidos al perdón de Dios en el sacramento de la Confesión.

3.- Cuando entre tus amistades escuchas comentarios anticlericales...

a. He seguido la corriente, para no quedar mal.

b. Me he hecho el sordo, como si estuviese a otra cosa.

c. He dicho lo que pensaba, dando testimonio de mi fe.

4.- En un sacerdote veo...

a. Una "reliquia" del pasado.

b. Un "profesional" de la religión.

c. Un ministro de Dios; "otro Cristo" entre nosotros.

5.- ¿Cuántas veces has invitado al párroco a tu casa?

a. Al cura se le llama sólo cuando ha muerto alguien.

b. Cuando está la abuela con nosotros, suele traer la Comunión.

c. Varias veces... Me encantó cuando nos relató en una sobremesa la historia de su vocación.

6.-  Cuando oyes a un sacerdote predicar...

a. Le atiendo dependiendo de sus cualidades oratorias.

b. Le escucho si el tema del que habla me resulta interesante.

c. Veo en él un instrumento por el que Dios me habla.

7.- Cuando se hace una colecta en favor de los seminarios...

a. "Los curas" están siempre pidiendo.

b. ¡Se pide para tantas cosas! ¡Una más!

c. Colaboro gustosamente, porque pienso que ninguna vocación debería frustrarse por falta de medios económicos.

8.- Cuando veo un sacerdote anciano en la Iglesia o por la calle...

a. Me viene a la cabeza que la Iglesia está de capa caída.

b. Lo importante es que diga la Misa rapidito.

c. Doy gracias a Dios por su fidelidad y por todo el bien que haya podido hacer.

9.- Cuando veo un sacerdote joven en el altar...

a. Desconfío de su inexperiencia. ¿Qué me va a decir a mí?

b. Le observo a ver cómo lo hace, y le "califico".

c. Doy gloria a Dios por su vocación y le encomiendo intensamente.

10.- ¿Cómo reaccionarías si tu hijo te dijese que quiere ser sacerdote?

a. Le preguntaría a ver si se ha vuelto loco, y le recordaría que tenemos que conservar el apellido.

b. Le pediría que se lo pensase bien y que primero haga una carrera universitaria.

c. Me llevaría una de las alegrías más grandes de mi vida, y le apoyaría plenamente.

11.- ¿Le has planteado a algún niño, adolescente, o joven, la posibilidad de ser sacerdote el día de mañana?

a. Yo no me meto en líos. Allá cada uno con su vida.

b. Soy de la opinión de que hay que valorar todas las vocaciones, aunque sean diferentes a la nuestra.

c. Sí que me he fijado en alguien concreto, y rezo por él... Un día de estos se lo "dejaré caer".

12.- ¿Qué piensas de la expresión del Santo Cura de Ars: "El sacerdote es el amor del Corazón de Jesús"?

a. Me parece un espiritualismo desencarnado.

b. Pienso que eso sólo se podría decir de algún cura santo.

c. Creo que es exactamente así, aunque "lleven este tesoro en vasijas de barro" (2 Co 4, 7).

Evaluemos qué tal te ha ido:

      Si la letra "a" aparece en la mayoría de tus respuestas..., me sorprende que este test haya llegado a tus manos; pero le doy gracias a Dios de que así haya sido, para poder decirte como sacerdote que soy, que Dios te quiere con locura y que espera de ti una respuesta de amor.

     Si a la mayoría de las preguntas has respondido con la "b", me gustaría decirte que no estás disfrutando de los tesoros que Dios te ofrece por medio del sacerdocio.

     Pero, si la letra "c" es la tuya... entonces te digo que no dejes de rogar a Dios por la santificación de los sacerdotes y por el aumento de vocaciones sacerdotales, porque estoy segurísimo, de que, a ti, Dios te va a escuchar.

 

((Fuente: Zenit 17 de septiembre 2009)

QUÉ QUIERE DECIR "REZAR POR LAS VOCACIONES". UNA REFLEXIÓN UTIL. PASTORES SEGÚN EL CORAZÓN DE DIOS

Ha suscitado gran eco la homilía pronunciada por el Papa Benedicto XVI, el sábado 12 de septiembre, en la Basílica de San Pedro, con ocasión de la Consagración episcopal de algunos prelados. Un eco por algunas razones injustificado, por otras plausible. Siempre es necesario tener presente que, cuando Pedro habla, se dirige a toda la Iglesia y su magisterio tiene constantemente un carácter universal, unido a la responsabilidad personal del Papa, y es por lo tanto impropio atribuir a esta o aquella intervención referencias específicas a situaciones o a personas, o peor, a realidades políticas mundanas. Desaforadamente la información pública tiende, por razones de crónica, a efectuar tales pasajes, atribuyendo, no raramente, intencionalidad directa a discursos generales.
Otro dato de cierto interés es la reacción mediática a algunas afirmaciones que el Papa, en una homilía amplia y de grande espesor teológico, ha hecho, como si fueran “revelaciones extraordinarias”, nunca antes conocidas por alguno. Benedicto XVI ha afirmado: “La fidelidad es altruismo, y justo por eso es libertadora para el ministro mismo y para cuántos le son confiados. Sabemos cómo las cosas en la sociedad civil y, no raramente, también en la Iglesia sufren por el hecho que a muchos de los que ha sido otorgada una responsabilidad, trabajan para ellos mismos y no para la comunidad, por el bien común. El Señor traza con pocas líneas una imagen del siervo malvado, que golpea a los dependientes, traicionando así la esencia de su encargo. En griego, la palabra que indica 'fidelidad' coincide con la que indica fe”. La mayor parte de los periódicos se ha detenido sobre tal período, descuidando el hecho que se ha puesto la "sociedad civil" en primer lugar, entonces si ha habido un reclamo, este está dirigido a todos los que están investidos de responsabilidad en cada ámbito. Sucesivamente, dos indicaciones referidas a la Iglesia son de un coraje extraordinario y profético: “no raramente” y “muchos”; partiendo de que el adjetivo “muchos” se refiere sea a la sociedad civil sea a la Iglesia, el “no raramente” es, sin duda, un juicio claro e inequívoco, una llamada firme del Pastor de la Iglesia universal a la conversión, de todos los que han sido investidos de responsabilidad en la Iglesia, en particular los sucesores de los Apóstoles.
Es lo más natural que pueda ocurrir que un Padre llame la atención a los propios hijos, es señal del amor y la caridad misericordiosa hacia ellos. Podría asombrar una cierta admisión de “imperfección” dentro de la jerarquía católica, y en efecto ha creado noticia, pero para un Pontífice que, en momentos no sospechados, ha denunciado públicamente la “suciedad interior en la Iglesia” (“Vía Crucis” del Coliseo del 2005) no debería asombrar en absoluto.
El punto es que ejercer el ministerio, pero también cualquiera responsabilidad pública civil, sirviéndose de los demás en lugar de servir a los hermanos, hace infeliz ante todo a quien, de tal actitud, es responsable. Sea en términos psico-antropológicos sea en términos evangélicos, bien sabemos todos cómo el egoísmo y el mal ahogan progresivamente a los que viven así y además, quien todavía tiene necesidad de utilizar el poder para afirmarse a si mismo es porque no tiene clara la experiencia de “estar afirmado por Dios”, afirmado y aferrado por aquel Misterio Bueno que hace todas las cosas y que es el que constituye a los Pastores. La verdadera preocupación podría ser la de tener personas constituidas en responsabilidad pero, todavía, inciertas del amor gratuito de Dios, teniendo que buscar gratificaciones y apoyos humanos, quizás demasiado humanos, creyendo ilusoriamente encontrar una respuesta a la propia necesidad existencial.
¡La verdadera libertad, en cambio, no tiene precio! La que nace de la alegre certeza de tener sólo en Dios la propia referencia y la verdadera garantía de la plena realización personal: en el cumplimiento humilde y fiel de Su voluntad, el hombre se encuentra a si mismo y descubre un inesperado equilibrio interior, que se vuelve capacidad de don realmente gratuito, superando, con la ayuda de la gracia, cada egoísmo humano.
Roguemos, siempre, al dueño de la mies, que nos dé “pastores según Su corazón”, contemplativos de la divina misericordia y, por tanto, de gran equilibrio interior y público.

(Don Nicola Bux y don Salvatore Vitiello para Agencia Fides 17/9/2009)

 

CARTA DEL CARDENAL CIPRIANI DE LIMA A LOS SACERDOTES (22 DE SEPTIEMBRE 2009)

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